Capítulo 9

3 1 0
                                    

-¿segura que estarás bien?-

-ve y ponte más bella de lo que estas, nos vemos aquí a las 8 – le dije Elaisa porque ya se le hacía tarde para irse al spa.

-por supuesto, aquí nos vemos.

Me asome por la ventana y vi a el campo vacío, no había ninguna estudiante por ahí sin hacer nada, supuse que todas se estarían poniendo mascarillas o tratamientos, mientras que yo solo estaba ahí con una taza de café en la mano. Sonó la puerta así que mire la mesa de la sala para ver si se le había olvidado algo a Elaisa, pero con no vi nada mejor fui a abrir la puerta para que ella misma entrara a buscar.

Abrí la puerta y me encontré con Neithan. Llevaba puesto un pantalón color melón, una camisa de cuadros color gris, su perfume contenía una fragancia que te producía escalofríos. Su cabello iba alborotado y su sonrisa totalmente blanca y perfecta. En sus manos llevaba un ramo de tulipanes color rosa y morados.

-Hola

-Hola, discúlpame que venga siempre sin avisar, pero es que tenía que venir a disculparme por lo de ayer.

-pasa por favor – tome los tulipanes y le di el paso a Neithan. Ambos nos sentamos en los sillones. Se podía sentir que estábamos tensos e incomodos, pero Neithan siguió hablando.

-ayer me comporte como un tonto. Nunca debí suponer que te habías acostado con Tay y tampoco debí obligarte adarme explicaciones. Es solo que, desde que te conocí pude ver en ti algo que desde hace mucho no veía en una joven universitaria, y fue nobleza, sinceridad e inocencia. Tú conoces a este nuevo Tay, pero a mí me toco sacarlo varias veces sacarlo tomado en The Perdition, escuchaba a todas las chicas hablar de con las había tratado Tay, y lo único que se formó en mi corazón fue un rechazo hacia Tay, pues yo sabía que Raquel no estaría nada feliz con el Tay que se había despertado. Después te vi a ti. Te vi llegar ese día a su departamento, te sentaste junto a mí y me perdí en tu mirada, porque el color de tus ojos me encantó. Son color café, café que quita el sueño, café que produce desvelos, y después de conocerte solo deseaba que no fueras una de las tantas a las que Tay lastimará.

-Neithan, no tenías que venir para disculparte, yo sé que lo haces por mi bien, pero yo se cuidarme sola, y Tay no me hará daño. De hecho, tengo miedo de yo ser la que lo lastime.

-Elizabeth, tienes miedo porque sabes que en cualquier momento tus sentimientos te pedirás que te alejes de él, porque Tay no es el tipo de chico que tú quieres.

-Quizás tengas razón, pero eso debo descubrirlo yo misma.

-hoy es el gran baile y no quiero llegar a ese auditorio sin decirte lo que he estado ensayando desde ayer que me fui de aquí.

-no Neithan, no digas nada, de lo que después nos podamos arrepentir.

-me voy a arrepentir si no te lo digo...así que...lo diré – se paró del sofá donde estaban los vestidos y se sentó junto a mí. Me tomo de la mano y me miro directamente. Nuestros corazones se sincronizaron y latieron juntos muy rápido – yo no creo en el amor a primera vista, así que te fui queriendo de a poquito, despacito, con calma, con preocupación, hasta que decidí arriesgarme y quererte como yo sé hacerlo, intenso, con alma, corazón y con todo mi ser, y sabes siempre serás mi estrella favorita, así hayas decidido iluminar otros cielos, otras noches y otras vidas – tomo aire y se acercó a mí - nunca tuvimos ninguna relación más allá de la amistad. Pero debes de saber que mi mayor sueño era ese. Poder ser el afortunado que te lleve hasta tu salón, el afortunado que te pudiera ayudar a estudiar por las tardes, y sobre el afortunado que te pudiera decir "te amo"

Te amo, quizá  no es para tanto, pero es para siempre.Where stories live. Discover now