Capítulo 7

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Mi cabeza me dolía por la música y el olor a alcohol de la noche anterior. Recordaba todo a la perfección, pues yo no había tomado ni una sola gota de alcohol. Recordé mi mal comportamiento al dejarme llevar por la música, esa no era yo, yo no bailaba así, ni escuchaba ese tipo de música. No cabía duda, Tay me hacía ser una persona de conducta incorrecta ante mi familia. Me levanté de la cama y me metí a la ducha. Por alguna razón me encantaba entrar en aquel baño, pues podía aclarar mis pensamientos e ideas. Tomé un poco de shampoo con olor a frutos ojos y lo froté sobre mi cabello, por alguna razón regresó a mi mente el baño de mi casa. Aun recordaba la cortina de tela que había, la toallas estaban siempre apiladas a un lado de la bañera. Los cepillos de dientes nunca estaban en su lugar y de vez en cuando tropezaba con el rastrillo de mi papá, el estropajo de mis papas estaba en su lugar, pero el de mi hermano y el mío siempre estaban y tirados. Recordé el azulejo color blanco y el espejo que siempre terminaba empañado.

Me entró mucha nostalgia, me preguntaba qué es lo que estarían haciendo mis padres y mi pequeño hermano en ese momento, quizás mi mamá estaba en la cocina preparando el desayuno y mi papá estaría a su lado observándola con amor, como lo hacía cuando yo estaba. Mi hermano estaría en pijama en su cama viendo alguna serie esperando a que mi mamá dijera que el desayuno estaba listo. La casa olería a manzana con canela y en la sala estarían los nuevos útiles de mi hermano, en un sofá estaría su uniforme y en el otro su mochila y sus libros.

Salí del baño y noté que Elaisa aún seguía durmiendo así que me fui a la sala con mi computadora. Entre en mi correo y vi que mi hermano estaba en línea, así que no dude ni un segundo en hacer una videollamada con él. Tardo unos segundos en contestar y cuando su cámara se activó mi corazón comenzó a latir muy rápido. Pude ver en la pantalla a mi hermano en su cama como me lo había imaginado.

-¡mamá, papá vengan es Elizabeth! – mi hermano anunció a mis padres acerca de la videollamada, esto no me molesto para nada, al contrario, casi me llena los ojos de lágrimas. No dilataron mucho en rodear la cámara. Mi mamá llevaba el mismo camisón que se había puesto la última noche que yo estuve en mi casa y mi papa llevaba puesta una camisa color verde que promocionaba una marca de cerveza, esa camisa siempre la usaba con un bóxer color naranja.

-mi niña, como has estado.

-si cuéntanos china (así es como mi papa me llamaba) que tal el campus-

-estoy muy bien, he conocido a muchos estudiantes, mi compañera de habitación es muy buena persona conmigo, también he hecho amigos, uno de ellos me ha llevado a conocer mi futuro salón, no saben lo hermoso que se siente entrar, mamá créeme que es mejor de lo que imaginamos.

A mi mamá se le llenaron los ojos de lágrimas – estoy segura de que lo es.

-¿y ya tienes novio? – pregunto mi hermano.

-Maximiliano, tu hermana no tendrá novio hasta que salga de la universidad – dijo mi papa pangándole cariñosamente en la cabeza

-no Max, no tengo novio, recuerda que eso es para después.

-¿qué has hecho estos días? ¿Has salido?

-sí de hecho necesito descansar de tanto salir. Esta semana ayude a un amigo a redecorar su departamento, también fui a una tienda de ropa, y no me lo van a creer pero fui a un lugar muy cerca de Londres –

¿Cómo? ¿Saliste de Brixton Hill? ¿Tu sola? Eso es peligroso, además no te mandamos dinero para que te vayas de excursión, es para tus comidas y materiales.

-mamá cálmate, no he ido sola, he acompañado a uno de mis amigo a comparar un traje para el baile bienvenida...

-espera ¿un baile de bienvenida? – dijo mi madre intrigada olvidándose del viaje.

Te amo, quizá  no es para tanto, pero es para siempre.Where stories live. Discover now