Te amo, quizá no es para tanto, pero es para siempre.

Capítulo 6

-Este será nuestro salón de clases, he investigado acerca del profesor y dicen que tiene muy buena reputación, espero que no se equivoquen.

Neithan me había llevado a lo que sería mi nuevo salón, claro en ese momento estábamos en donde se encontraría el profesor. Jamás había visto un salón tan grande. Había muchos asientos, más que salón parecía una sala de cine con escenario, había en el centro un pedestal donde supuse el profesor nos daría la clase.

Me paré en el centro cerré los ojos y solté un gran suspiro. Mi piel se puso chinita y una lágrima brotó. Mi corazón comenzó a latir y mis piernas temblaban.

-es el momento que tanto he esperado, no sabes todo lo que he tenido que soportar y lo que he tenido que pasar para poder llegar hasta aquí.

-sabía que te gustaría tanto como a mí. Esto es el resultado de todos tus esfuerzos.

-pero a veces tengo miedo, tengo miedo a que no pueda hacerlo, a no ser suficientemente buena para estar aquí – dije sin apartar la vista de aquellos asientos.

-cuando dudes de ti misma solo recuerda hasta dónde has llegado, todo lo que has enfrentado, todas las batallas que has ganado y todos los miedos que has superado – sus palabras me cautivaron y mientras las decía paso por mi mente una película donde todo eso que él había mencionado a mí me habían pasado. Enfrente muchos problemas emocionales por la presión de la escuela, la presión de tener siempre todo planeado y ser la alumna ejemplar, había tenido batallas conmigo misma sobre mi futuro, sobre mi vida y sobre mi futro como doctora pero sobre todo a el miedo a dejar a mis padres había sido el peor de todos.

Me regrese de inmediato a Neithan y lo abrace muy fuerte. Lo tomé desprevenido por lo que la respuesta al abrazo llegó unos segundos después. Me abrazo tiernamente y luego susurro a mi oído

-sabes los mejores escalofríos no los produce el frio, a veces las personas lo producen. – sus palabras entraron no solo a mis oídos sino también a mi corazón. No todas las personas son como él y yo hoy en día. Piensan que la amistad se puede comprar, o que debe ser la mujer la que diga comentarios cursis que penetren hasta llegar al corazón y que es el hombre el que tiene la autoridad de dejar a su pareja en el momento que quieran pero no. Neithan y yo sabíamos cómo era la verdadera situación, sabíamos cómo convertir un encuentro casual en algo especial. ¿Cómo llegue a la conclusión? pues tomé en cuenta que le gusta leer, trabaja en una biblioteca, y sus frases son únicas y están elaboradas con el corazón y con experiencias de amor literarias.

Me aleje de sus brazos y le ofrecí una sonrisa. Él me tomó de la mano y me guió hasta la puerta para salir. Pasamos por el pasillo que daba de la puerta del auditorio para salir al jardín del campus.

Había algunos estudiantes de nuevo ingreso visitando los salones así como yo y Neithan.

Como salimos temprano de la universidad decidimos ir a comer a una cafetería fuera del campus. Preferimos ir caminado pues el día estaba soleado y las nubes anunciaban una tarde cálida y noche estrellada. Yo iba con un short color negro y una blusa color gris algo suelta. Neithan iba con un Pants gris y una camisa pegada negra, aunque había dejado el futbol ya desde hace algún tiempo (según lo que él había dicho) los músculos aún se le notaba a la perfección. Quien nos viera así vestidos jurarían que nos pusimos de acuerdo con los colores, pero la verdad es que no era así, había sido pura coincidencia.

Pasamos por algunos locales y Neithan saludaba a algunos estudiantes y conocía a algunos de los señores que vendían sus productos en la calle.

-señor Thomson ¿cómo está hoy?