Te amo, quizá no es para tanto, pero es para siempre.

Capítulo 3

Entré a una boutique que estaba cerca de la universidad, un vestido azul con escote en el brazo había llamado mi atención por completo. Cuando entre a la tienda vi a varias jóvenes de la universidad probándose vestidos formales y no dude que fueran para el mencionado baile de bienvenida.

-hola buenos días mi nombre es Jacqueline, ¿en que la puedo ayudar?- dijo una asistente, era rubia y de tez blanca, llevaba el cabello hecho un nudo con algunos mechones despeinados, el uniforme constaba de una blusa pegadita color gris con un pantalón blanco que era ajustado en hasta la rodilla, pero suelto de abajo.

-sí, me gustaría probarme el vestido azul que está en el mostrador- dije señalando el vestido

Mientras Jacqueline se dirigía por el vestido yo fui a ver los zapatos, todos me llamaban la atención, algunos tenían colores intensos y otros estaban llenos de brillos.

Estaba tan concentrada en los detalles de los zapatos que me sobresalte cuando oí:

-nunca había entrado a una tienda de chicas, pero hasta el momento no me arrepiento- dijo la voz de Tay que se encontraba a mi lado.

-¿qué estás haciendo aquí?- dije aun sobresaltada.

-iba en camino a comprar unas cosas para mi departamento, pero te vi entrar a la tienda y quise venir a saludarte.

-aquí está su vestido señorita, los vestidores están por allá, y también hay unos sillones para esperar, ahí se puede sentar su novio- dijo señalando unos sillones muy elegantes.

-él no es mi novio- dije tomando el vestido

-el azul te queda muy bien, pero ese vestido no es muy bonito que digamos- dijo haciendo una mueca de disgusto con la cara.

-bueno gracias por pasar a saludarme, nos vemos Tay

Entre en el vestidor. Todas las paredes tenían un espejo que la cubría, en una esquina había un sillón negro con puntos rosados. Las luces eran cálidas y apuntaban como reflectores.

Cuando vi el vestido en mi cuerpo me gustó mucho, el color me quedaba muy bien pero era muy corto, y esa era una gran desventaja. Salí del vestidor para preguntarle a Jacqueline cuanto costaba el vestido.

-wow ese vestido es el indicado, te queda muy bien, creo que me equivoque, ese vestido es perfecto- dijo Tay, quien estaba sentado en el sillón que Jacqueline había mencionado.

-¿por qué no te has ido?

- cuando iba saliendo de la tienda vi unos vestidos que supuse se te verían mejor que el azul, así que los pedí para que te los pruebes. –me dijo mientras me daba algunos vestidos.

no pude evitar sacar una sonrisa, admito que fue un muy buen pretexto para quedarse.

-ese vestido le queda muy bien señorita, ¿lo va a llevar?

-¿de qué precio es?

-al ser de diseñador el precio es de 1000 dólares.

¿1000 dólares? Eso era mucho dinero, ni siquiera toda mi ropa junta costaba 1000 dólares.

Mi primer impulso era correr y quitarme esos 1000 dólares que llevaba puesto.

Giré mi mirada hacia Tay el cual me estaba estirando hacia a mí los vestidos con una cara de súplica.

-en ese caso me probaré estos vestidos- Tay me sonrío

Ingrese al vestidor por segunda vez, me quite el vestido de 1000 dólares y me puse el primer vestido. Era informal, era muy pegado y me llegaba hasta la rodilla, en el cuello tenía algunas perlas agregadas y tenía un cinturón color negro, me gustaba mucho, tanto que sonreí al pensar que había sido Tay el que había elegido ese vestido que tanto me gustaba.