Capítulo 22: Todo mi poder

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--¿Nanami? ¿Tu nombre es Nanami?-- pregunto y yo asenti-- ¿tu me curaste? Tu tienes magia de cu...?-- ni siquiera podía hablar del asombro.

--Tu eres la princesa de la que mi marido tanto habla-- no parecía pregunta sino afirmación.

--¿Dónde has estado todo este tiempo?-- pregunto el anciano-- dios mío, tu tienes un don hermoso, eres...

Se supone que nadie debía saber acerca de mi, yo no soy como ellos. Yo no crecí en este mundo rodeado de agua.

--Crecí con los humanos-- sus caras se pusieron pálidas-- yo era humana hasta hace unos meses pero el océano me transformo para poder salvar a mi hermana-- ahora tenia más hambre, con la historia y el ataque de aquellos piratas no había probado bocado-- a pesar de quienes son mis verdaderos padres fui abandonada en el mundo humano donde una familia me adoptó.

Empece a revisar nuestras provisiones y meti todo lo necesario para irnos ya, debíamos ir por aquella perla y regresar con los demás.

Ningún lugar es seguro para nosotras y lo menos que quería era poner en riesgo la vida de alguien más, no puedo cargar con algo así en la conciencia.

--¿Por qué los reyes abandonarían a su hija, a una de sus gemelas?-- parecía que la sola idea de ser abandonada fuera más horrible que el venir de tierra.

--Porqué nació como humana y le ordenaron a su sirvienta que la matara lejos del palacio-- contesto por mi-- pero no lo hizo y la dejo en la superficie.

Como era muy tarde nos convencieron para pasar la noche allí asique que lo hicimos y como tantas veces aditi durmió acurrucada a mi pecho.

A la mañana siguiente su aspecto estaba mucho mejor y nos dieron según a mi parecer, toda su comida y más cosas.

--Esto es tuyo-- me tendió la caja de cristales-- es un regalo para ti.

Agradeci su gesto y con magia la protegió mientras la guardaba en el bolso, cambie mi aspecto junto con el de aditi, debíamos hacernos pasar por hermanas para no levantar tantas sospechas.

Aquellas personas nos dieron un mapa de algas que mostraba un camino desconocido.

--Allí está-- el anciano apunto a la maca que tenia-- hace años la escondí allí, espero que todavía esté.

Sabia a que se refería por lo que acenti y sin que se dieran cuanta deje algunas perlas valiosas en su cocina, era lo menos que podíamos hacer por ellos. Siempre nos dan todo lo que no tienen y eso hace que me sienta mal.

--Cuídense mucho-- nos despidieron.

Viajamos por cuatro días seguidos sin descanso y todo gracias a Aditi estaba más emocionada de encontrar esa perla que yo. Si no fuera por ella no habríamos llegado nunca.

Estuvimos viendo el lugar como por veinte minutos y debía admitir que tenía miedo.

--¿No se tu?, pero yo no quiero entrar allí-- apunte, no sabia exactamente que era ya que nunca vi una ni siquiera en televisión pero creo que es una fosa o algo parecido y según nuestro mapa y el fuerte llamado de la perla es el lugar correcto.

--¿Tienes miedo?-- se estaba burlando de mi-- ¿nunca has estado en una fosa?

--Aditi-- la mire mal-- nunca estuve  suficiente tiempo en el océano es obvio que nunca e visto algo así-- volví a mirar mi posible muerte ¿qué tal y salen medusas como en Nemo? ¿O si hay angilas eléctricas? Definitivamente entrar era lo último que deseaba.

--Vamos, yo voy contigo, no pasa nada-- tomo mu mano y empezamos a nadar.

--Si, díselo a Nemo-- hice una bola de luz para poder ver  mejor.

PERLAS DE MAR👑Where stories live. Discover now