Capítulo 27: Vacío

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El campamento estaba a días del palacio pero aún así emprendimos ese viaje para poder llegar a el.

Ibamos Sara, mi hermana, los reyes y varia personas encargadas de nuestra seguridad, mi hermana en ningún momento se separó de Nanami.

Desde que me dijo que teníamos que ir  ya no ha vuelto a despertar y la llevábamos en una especie de camilla.

Las perlas que días antes tenían un hermoso color blanco tan puro como la alma de su portadora se estaban apagando, volviéndose grises.

Hay muchas cosas que no entiendo pero esto puede ser muy malo y no quiero que nada malo le pase. Nada.

Se hizo de noche otra vez y paramos a descansar un poco, La reina Erudice al igual que mi hermana no se separaban de Nanami y en contables veces ella preguntaba porque estaba así y no despertaba.

Exactamente nadie sabía lo que le pasaba, la mayoría deducía este incidente a esas perlas. Y yo estaba consiente de que así era.

No sé que nos esperaba en palacio pero desde el fondo de mi ser espero que sea algo bueno, no podré soportar que algo malo le pasa a mi chica. Porque eso es, mi chica.

A la mañana siguiente volvimos a emprender nuestro viaje y los próximos días pasaron igual. Solo parábamos a descansar y Nanami en ningún momento abrió los ojos.

--Espero que mi hija esté bien-- dijo la reina-- se que Sara nos explicó que debíamos dejarla un tipo sola pero deseo verla.

Para nuestra buena suerte pudimos entrar sin ningún contra tiempo, al parecer no había guardias custodiando la entrada. Ninguna para ser exactos.

A pesar de no haber gente cuidando la seguridad de la princesa Atena nosotros decidimos no bajar la guardia.

Todo podía pasar, la última vez que estuvimos aquí las cosas no salieron muy bien.

Aún no entiendo mucho de porque estamos aquí pero se que algo va a pasar y las culpables serán esas perlas.

Nanami

Logre sentirlo, estábamos cerca, cada vez más cerca para que esto termine, para que ella deje de sufrir por mi culpa.

--Esta aquí-- dije mientras abría los ojos y la magia comenzó a rodearme.

En un movimiento rápido levante todo mi cuerpo causando que las personas a mi alrededor se sorprendieran.

Empece a nadar alejandome de ellos mientras recibía llamados desesperado.

Entre a una especie de jardines mientra todos me seguían hasta que después de tanto buscar logre encontrarla.

Estaba allí sola y con la cara demacrada, se podía ver el dolor reflejado en sus hermosos ojos azules. Ambas teníamos algo en común y es que compartíamos el mismo dolor.

Eso se terminó, no voy a dejar que vuelva a sufrir. Nunca más.

--Dame lo que me pertenece, Atena-- le exigí esa perla negra que rodeaba su cuello y consumía su vida lentamente.

Con la atenta mirada de todos comenzamos a pelear como si de dos titanes se tratara.

Lanzaba tantos hechizos con su poderosa magia que me era imposible esquivarlos todos mientras trataba de concentrarme en crear los míos y lograr arrebatarle esa perla.

Logre también dar golpes de magia pero la gran diferencia es que los míos son más poderosos y peligrosos. Mi poder es insuperable y ella lo sabía.

Nuestro alrededor comenzo a sufrir los choques de poder así quedando destruido mientras la pelea posiblemente la escuchaban a varios kilómetros.

--¡¡Detenganse!! Dios mio-- grito desesperada.

Atena les aventó una bola de energía y yo cree una barrera mágica para que no los lastimara. Si no me daba prisa esto podría terminar mal, ella ya tiene los ojos rojos y solo significan una cosa.

Trato de huir de mi pero yo la segui por donde iba tratando de neutralizar su movimiento pero estaba resistiendo muy bien esta lucha.

--¡Nanami!-- ahora gritó Lucas.

Volte a verlo durante un segundo y le sonrei, espero que pueda llegar a perdonarme lo que voy a hacer. En verdad lo lamento Lucas y quiero que sepas que siempre voy a amarte. Por la eternidad.

La acorrale y en un movimiento rápido la tome solo para sentir que algo me atravesaba el abdomen y escuche gritar a alguien.

Baje la mirada un poco y vi la daga echa de agua que poco a poco se disolvía junto con mi sangre.

Senti mis fuerzas perderse y bastante sangre querer salir de mi boca y yo solo sabía que este iba a ser el fin de todo.

Lo único que me reconfortaba es que ella estaba bien y que tendría una maravillosa vida, la que debía de tener antes de conocerme. Aquella donde yo no hubiese nacido así no tendría que estar ligada conmigo.

--Te tengo-- le sonreí. Seria la última vez que la viera. La última vez que estuviera cerca de mi hermana y de una de las personas más importantes de mi vida.

A la que amo con todo mi ser a pesar de no estar juntas.

Arranqué la perla de su cuello y comencé a purificarla mientras caía lentamente.

Escuche unos gritos a lo lejos hasta que cai al suelo y no podía resistir mas.

Perdóname mamá...

Perdóname papá...

Creo que no volveré a verlos nunca más.

Lo siento Marc, he roto mi promesa.

PERLAS DE MAR👑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora