CRÓNICA DE UNA EPIDEMIA ANUNCIADA.

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Con noticias terribles que surgieron en diciembre, cuarentenas conocidas dos meses antes de la de llegada del contagio, y a sabiendas de lo que se venía, el hecho de haber permitido la entrada de nacionales y extranjeros por los aeropuertos hasta el mes de marzo ha sido un acto criminal. Ponerlos en cuarentena sus casas para que contagien a sus familiares y amigos es tener la intención de crear una cadena donde al final cada casa sin excepción terminaría estando contagiada, hasta que la sociedad colapse y todos mueran atrapados en las cuatro paredes de sus propios hogares en ciudades-cementerio. Si el r sub-cero del coronavirus fuera de veinte, como la peste bubónica, eso es lo que pasaría. La historia deberá juzgar a personas como Ivàn Duque, por no haber preparado una isla mínima, de contacto mínimo, para hacer un bypass, enviando allí a los nacionales con sospechas de infección, en vez de haber dejado los aeropuertos abiertos durante dos semanas, sabiendo perfectamente que estaba importante un virus. Eso es asqueroso y criminal. Y más asqueroso es que la gente embrutecida mirando fútbol y consumiendo porno industrial no haya dicho nada. Sujetos como ese presidente merecen ser contagiados del mismo virus que ellos han invitado a pasar.

Por otra parte, el vinculo con España debe ser aflojado. No nos conviene seguir a la sombra de ese país y visitándolo y girando a su alrededor. Sus problemas siempre van a ser trasladados a nosotros. Así como ayer fue la viruela traída por los españoles lo que mató a toda la humanidad de estas tierras, a la cual ahora llaman «indígenas», siendo que eran tres mil naciones diferentes, así mismo, todas las infecciones de coronavirus que vinieron a este país fueron importadas de España y Europa. Traídas por españoles y por nacionales que no saben sino seguir viviendo a la sombra de ese país, orbitando sus ciudades, personas sin identidad indígena propia. Los yanaconas luego de verse infectados se devuelven para contagiar a sus hermanos.

LA FILOSOFÍA DEL CORONAVIRUSWhere stories live. Discover now