Capitulo 2.

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Hace dos años.

Su respiración era agitada.

El malestar en su rostro era insoportable, mas aún las gotas de sudor que caían sobre él. Intentaba ver atraves de la tela rasposa que cubría su rostro pero no veía mas que luces tenues cada vez que giraba el rostro a la izquierda y siluetas negras que la asustaban.

Su cuerpo se oscilaba de un lado a otro golpeando los cuerpos fortachones que tenía sus lados. Sus manos atadas se lastimaban a cada momento por las fuertes sacudidas que provocaba el movimiento del vehículo en el cual la llevaban.

-¿L-Liam?.- sollozo asustada.

-Tranquila, Snowflake. Aquí estoy.- escuchó la voz de su mejor amigo.

Supo que a él lo tenían de la misma manera que a ella atado e imposibilitado a ver. O eso pensaba. Hasta que...

-¿Snowflake? Que tierno.- dijo una voz a su lado con un acento extraño mientras acariciaba su mejilla metiendo la mano debajo de la tela que cubría su cara. Sintió asco.

-¡Quitale tus sucias manos de encima, bastardo!.- exclamó la voz furiosa de Liam.

Él si podía ver.

-¿Porqué debería hacerte caso? Ella es hermosa.

-Juró que cortare tu maldita mano si la sigues tocando.- su voz sonaba realmente amenazante y estaba llena de sinceridad. Lo haría.

El tipo rió en burla, pero aún así retiro su mano. Elizabeth soltó un fuerte sollozo al sentir algo biscoso recorrer de su muñeca hasta sus manos. Sangre.

-¿Snowflake?¿Estas bien?.- escuchó la voz suave de su amigo.

Simplemente negó repetidas veces, sentía que no podia hablar por el gran nudo que se instalaba en su garganta. Sólo quería que todo pasara, quería regresar el tiempo y no salir del departamento con Liam solo para cumplir el capricho de una de sus amigas de ir a un maldito antro.

Liam notaba impotente como el cuerpo de su amiga se sacudía en pequeños espasmos debido a los sollozos silenciosos que salían de sus labios. Se percató entonces de la sangre que estaba en las manos de su amiga. Por inercia intento levantarse e ir a ayudarla, pero fue inútil, los hombres que estaban a su lado lo obligaron a sentarse otra vez, y las cuerdas en sus muñecas le impedían hacer algo mas.

-Vamos, solo quitenle las cuerdas. Esta lastimada.- replicó entre dientes.

-No tienes derecho a pedir nada.- espetó uno de los fortachones a su lado.

-Vete al infierno.

El conductor empezó a llevar la camioneta a una velocidad mas baja mientras giraba un poco el rostro hacia atras donde Elizabeth y Liam estaban. Empezó a decir unas palabras que él no entendía, eran en otro idioma, pero no diferenciaba cual.

Por otro lado, Elizabeth intentaba concentrarse y poner atrabajar su mente que en ese momento estaba un poco cansada. Ella sabía muchos idiomas y podría diferenciar en cual hablaban si dejaba por un momento su miedo y desesperación. Lo logró.

Ruso.

Los tipos eran rusos, definitivamente. Puso en practica sus conocimientos y empezó a poner atencion en lo que hablaban.

-¿...seguro que es ella? No quiero errores.- dijo uno de ellos.

-Me dieron fotos. Es ella.- respondió el otro.

Monstruo.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ