Capitulo 32.

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MUERE MEREDITH BLACKWELL FAMOSA CIENTÍFICA FORENSE.

Soltó una maldición al leer que ella había fallecido, pese a su curiosidad realmente no deseaba saber la causa de su muerte. No entendía nada. ¿Liam casado?¿Cuando?¿Como?¿Porque no le dijo nada?

Negó con la cabeza. No quería hacerse ideas, no quería pensar y malinterpretar sus razones por haber ocultado algo de tal magnitud. Si bien, a lo mejor ella no tenía porque exigir aquella información, si le dolió un poco que él no se lo haya comentado. Demonio, ella ni siquiera sopeso la idea de que él tuviera novia. Quería convecerse de que todo esto tenía explicación. Sin embargo, al seguir leyendo la información, un nudo se hizo en su estómago y sintió unas inmesas ganas de vomitar, mas se contuvo.

Hace seis meses.

Meredith Blackwell murió hace seis meses.

De pronto las palabras y acciones de Liam se le vinieron a la mente, él le habia dicho o confesado que estaba enamorado de ella. Se lo había dicho sin pelos en la lengua y mirandola a los ojos, ¿Como si quiera pudo hacerlo? Él dijo amarla. Pero... su esposa había fallecido hace apenas seis meses. Él le mintió, le dijo que la estuvo buscando desde que la habían secuestrado, ella aseguraba que era mentira, eso era imposible si él tenía esposa. Necesitaba respuestas. Quería respuestas.

-¿Que mierda es todo esto?.-preguntó entre dientes.

-Toda la verdad sobre Liam Blackwell.- comentó Emmet apuntando a cierta parte de la pantalla de la laptop, leyendo.- Meredith y Liam Blackwell llevaban casados dos años y medio, Liam Blackwell no ha dado cara o información al respecto de su reciente perdida. Tras la muerte de Carrick Cavanagh y la reciente de Meredith Blackwell, no hay ninguna reciente información sobre el esposo de la forense.

Elizabeth negó confundida.

-No entiendo. ¿Que tiene que ver Carrick en todo esto?.- preguntó en un susurro.

-Al parecer Meredith Blackwell trabajaba para él.- dijo Edward.

Un mareo atenazó su cuerpo y estuvo a punto de caer sin no fuera porque Edward la tomó de la cintura. Todo esto era demasiado. Su cabeza dolía y las náuseas incrementaron. No podía sopesar la idea de que Liam estuvo mintiendole todo el tiempo, el era su mejor amigo y se había casado con una mujer que tenía relación con el hombre que le arruinó la vida para siempre.

Mierda...

-Creo que debemos parar aquí.- comentó Edward en un susurro.

Emmet asintió cerrando la laptop al momento que un ruido se escuchaba a sus espaldas. Los tres giraron y notaron al culpable de la confusión de Elizabeth, quien al verlo se recompuso acercandose a paso firme a él. Mirandolo seriamente. Al ver sus ojos asustados y lleno de sentimientos que en ese momento ella no se dignó a decifrar.

-¿Me puedes explicar todo esto?.- espetó entre dientes.

Liam suspiró de manera entrecortada.

El castaño apretó los labios, mas sin embargo no dijo ni una sola palabra. Elizabeth suspiró, debía calmarse, realmente esperaba que hubiera una razón coherente para todo lo qie sucedía. Pero debía admitir que estaba estallando de furia al pensar en una posibilidad donde Liam sabía que su esposa trabajaba para el hombre que la convirtió en Killer Frost. Tal vez él no tenía la culpa, pero si lo sabía, ella no se lo perdonaría. Porque existía la posibilidad que su difunta esposa la tuviera en la mira para los retorcidos planes que Carrick tenía para con ella.

-¿No vas a decir nada?.- espetó acercandose unos pasos a él..- ¡Explícame todo esto!

-Elizabeth.- la llamó Edward, ella giró su rostro a él.-Dije que pararíamos, pero... Tienes que ver esto.

Esa mala sensación en su pecho volvió a aparecer cuando su prometido le extendió una carpeta que tomó de la pila de los sobrevivientes. Sabía que lo que vería ahí no le iba a gustar en lo absoluto, con las manos temblando tomó la carpeta y lentamente la abrió.

El aire abandonó sus pulmones al ver el contenido, su corazón se aceleró y una furia intensa la llenó por completo. Sentía sus ojos humedecerse por la decepción que sentía y el nudo en su garganta empezaba a ser insoportable. Trastabillo unos pasos atras y temió desmayarse de un momento a otro.

Lo siento, Elizabeth.

Escuchar a Frost en su cabeza con una voz diferente a la que siempre había estado  acostumbrada calmó solo un poconsu enojo. Frost tampoco había pedido esto, no pidió existir, solo fue el producto de un experimento loco, de un hombre demente. Pese a que no quiso a Frost en su vida, sentía que en aquel momento era la unica quien no le había mentido en ningún momento. Ella siempre le decía la verdad, no importaba que tan cruel y horrible ésta fiera y cuanto la podria lastimar, siempre se oo decía.

La carpeta entre sus manos tembló cuando ella deseo destruirla. Era su expediente. Venía todo sobre ella, su nombre, su tipo de sangre, su IQ, su edad actual... pero lo que seguía, le robó el aliento.

Reclutado por: Liam James Blackwell.

Debía ser una pesadilla. Definitivamente, eso era. Liam no podía ser el causante de lo que era ella ahora, no podía ser posible, simplemente no. Levantó la mirada, su amigo estaba con la mirada gacha, mordiendo nerviosamente su labio, al verlo ahí, quiso hacer muchas cosas. Quiso herirlo, quiso dañarlo de la peor manera. Su furia era demasiada.

La carpeta terminó en el suelo cuando ella se precipitó rápidamente tomandolo del cuello y estampandolo contra la pared, el frío en su rostro le hizo saber que su apariencia había cambiado, mas sin embargo seguía siendo ella quien controlaba su cuerpo, aún era consciente de lo que sucedía.

-¡Tu hiciste esto!¡Toda mi miseria fue culpa tuya!.- gritó furiosa y con dolor.

-Elizabeth...- musitó él con la voz entrecortada por no recibir.-Por favor... puedo... explicarlo.

-¿¡Como me vas a explicar esto!?.- espetó, él se quejó sin decir palabra alguna.

-Yo...- intentó hablar, mas sin embargo, no sabía que decir.

-¡Habla!.- exigió Liza.

Liam gruñó. Elizabeth sabía que él podía fácilmente soltarse o teletransportarse a otro lado, pero por alguna razón que desconocía, él no lo hacía. Por otro lado Liam sentía que merecía aquello despues de haberle ocultado la verdad por tanto tiempo, su pecho dolió al ver en los ojos de quien aún era su mejor amiga como aquel descubrimiento le había dolido hasta lo mas profundo, mas también la había enfurecido en sobre manera.

-Esta bien.- se rindió él.- Esta bien. Te... lo diré todo.

Monstruo.Where stories live. Discover now