Capitulo Final.

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El crepúsculo ante sus ojos era lo mas hermoso que había presenciado en su vida, ahora que podía verlo con tanta claridad se sentía en una especie de hipnosis.

-La vista es hermosa.- murmuró.

-Lo es.- afirmó el vampiro, sin embargo, él no veía el crepúsculo, la veía a ella.

El gran árbol en el que estaban se mecio suavemente ante la brisa que lo acarició, ellos se encontraban en la copa. La, ahora, peliblanca estaba sentada sobre una gran rama, mientras el vampiro estaba de pie atrás de ella sobre otra mas baja, en esa posición el vampiro podía abrazar por la espalda a su chica.

Elizabeth suspiró.

-Quiero ir con Silas ya.- comentó por tercera vez desde que estaban ahí arriba.

-Un momento más.- pidió estrechandola contra él, escondiendo su rostro en el cuello de la neófita.- Aún no me acostumbro a sus desplantes.

-Es un bebé, cuando crezca podemos explicarle todo y verás que te amará mucho.

El vampiro suspiró con tristeza.

-Silas y tu son unicos en su especie.- comentó por lo bajo.- No son vampiros completamente, pero tampoco humanos y ambos tienen parte en sus genes la sustancia de Cavanagh. Él es muy inteligente para su edad, sabe que lo amo, sin embargo, también sabe que te deje sola.

-Y está molesto.- agregó Liza sintiendo con Edward asentía en su hombro.- Ya le haré entender que lo sientes y que tenías tus razones.

Edward susurró un gracias para después besar uno de sus hombros. A Elizabeth aún le resultaba un tanto extraño saber que era una especie diferente a un vampiro y a un humano, sentía que esto era el colmo, antes no era completamente humana y ahora no era completamente vampiro. Carlisle le había explicado que la sustancia que Cavanagh introdujo en ella quiso defender su cuerpo de la ponzoña y que al final el veneno logró llegar a todo su cuerpo, pero que la sustancia aún prevalecía en sus cuerpo. Suspiró cansada, no había nada que pudiese hacer.

Aunque agradecía que aún podía hacer algunas humanas, como dormir, al igual que Silas, llorar y su corazón aún latia, lento pero lo hacía.

-¿Quieres cazar un poco más?.- preguntó Edward, recibiendo una negación por parte de la peliblanca.

-Quiero ver a Silas.

Edward sonrió.

-De acuerdo, andando.- insito soltandola y bajando de un gran salto de aquel enorme árbol.

Elizabeth se giró poniendose de pie en la rama en la que antes estaba el apuesto vampiro, viendo desde su lugar como éste le hacía señas para bajar con una sonrisa de lado en los labios.

-Presumido.

La peliblanca suspiró antes de impulsarse y saltar, su corazón se aceleró, no por el miedo, sino por la adrenalina que aquello le causo, aterrizó frente a su vampiro en un ágil movimiento, éste rodeo su cintura con sus brazos mientras sonreía encantado con la nueva versión de su chica, Liza alzó sus brazos abrazando por el cuello al vampiro.

-Te amo, Elizabeth Snow.

-Te amo... Batman.

Edward soltó una carcajada, debía admitir que extrañaba que ella lo llamara de aquel modo, controlando sus risas que inclinó un poco para besar aquellos adictivos labios que ella poseía. Embriagandose con las sensaciones que ella le causaba, descontrolandolo por completo.

Elizabeth suspiró cuando el se alejó.

-Quiero hacer algo.- murmuró él sobre sus labios.

-¿Que cosa?.- preguntó ella acariciando su rostro, notando la sonrisa ladeada del vampiro.

Monstruo.Where stories live. Discover now