Capitulo 39.

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Su respiración estaba agitada, los restos de sus lagrimas yacían secas sobre sus mejillas, su entre pierna dolía y se sentía tan cansada que no quería abrir sus ojos. Se removió sobre la incómoda cama, sintió una opresión en su mano izquierda y su cabeza inconsistentemente giró hacia ahí. Su mano se posó sobre su vientre y sintió ganas de llorar.

Sintió abrir su boca pero ningún sonido salió de ella.

-Elizabeth.- escuchó una voz hablarle.

Su cabeza se movió de nuevo, pero no podía abrir sus ojos, su cansancio era mayor. Se escuchó ronronear a sí misma.

-Esta bien, Snowflake.- susurró esa voz.- Descansa. Todo esta bien.

No supo cuanto tiempo pasó cuando finalmente pudo mover algo mas que su cabeza y mano. Se removió posando sus brazos sobre su vientre, sitiendo como su bebé pateaba, lagrimas silenciosas cayeron de sus ojos al recordar que estuvo a punto de perderlo. Él bebé era tan fuerte que un movimiento brusco había logrado dañarla al punto de causar un casi aborto, por suerte Carlisle, Alice y Jack lograron evitarlo, aprovechando ese momento para acomodar al bebé dentro de su madre y evitar otro incidente como ese.

Todo habia sido demasiado rapido y extraño, ese momento había logrado alterar a mas de uno. La cama donde estaba acostada se encontraba cubierta con una fina capa de escarcha y una especie de hierva verde todo a su alrededor esta hecho un desestre, lo notó apenas abrió los ojos. Habia libros tirados por todos lados, uno de los ventanales estaba roto y había varias ramas y hojas en el suelo, las cuales Emmer y Jasper se encargaban de limpiar. Bolsas de transfusión de sagre en el suelo, vacía. Su quejido logró llamar la atención de los vampiros, quienes giraron en su dirección sonriendole en grande.

-¡Al fin despiertas, copito!.- exclamó el grandote saliendo a toda velocidad gritando el nombre de Carlisle.

Jasper siguió sacando las ramas mientras hablaba despreocupado.

-Haz dormido bastante.- comentó.- Pero ya te vez mejor, no soy bueno haciendo platica, así que solo te diré lo que quieres escuchar.- dijo sacando el ultimo tronco de la biblioteca por el gran agujero del ventanal, acercandose a ella momentos despues.- Tu bebé esta bien, Carlisle y Jackson lograron ponerlo en la posición correcta. Todo va a salir bien.- susurró suavemente limpiando las lagrimas que salían de los ojos de Liza.

Elizabeth asintió sonriendo entre lagrimas.

Gracias, gracias.

-Oh, Elizabeth.- escuchó la voz de Carlisle acercarse a ella.- Que grato es verte despierta.

Jasper le sonrió alejandose de ella y encaminandose a la puerta llevándose a Emmet con él, a pesar de que el fortachon se quejaba por lo bajo.

-Veamos.- musitó acercandose a ella sonriente, tras una mirada a Liza, se animó a alzar la bata de hospital que tenía puesta notandolo mas grande y libre de moretones, sonrió feliz.- Como veras, ya estas llevando el embarazo mucho mejor. La posición del bebé ahora es correcta y se a mostrado mas tranquipo. Ya no hay peligro.

Elizabeth suspiró aliviada al escucharlo.

-Tus costillas sacaron y por suerte ese casi aborto no te dejo daños colaterales.- agregó.- Estas sanando de maravilla. Gracias a la ayuda de... ella.

Elizabeth fruncio el ceño sin creerlo, ella era quien principalmente no quería al bebé, le resultaba imposible la posibilidad de que ella la haya ayudado.

-¿Frost?.- inquirió con voz rasposa, puesto que era la primera vez que hablaba desde que despertó.

-Si, digamos que ella... dio su cincuenta por ciento para que este embarazo se llevara a cabo.- comentó acercando su pálida mano a su cabeza tomando entre sus dedos un mechón del cabello de Liza.

Monstruo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora