Capitulo 24.

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Asombrada notó como el fortachon cuerpo salía volando por los aires para aterrizar contra el suelo tierroso, quiso soltar algun comentario sarcástico, pero ni una palabra salía de su boca. Desde anoche en la graduación de pronto sentía que ya no era ella quien controlaba todo lo que hacía y decía, Edward se había mantenido a su lado todo el tiempo apoyandola y haciendole saber que todo se debía al estrés de todo lo que sucedía. Realmente deseaba que fuera eso.

-¡Otra vez!.- exclamó Emmet acercandose de nuevo a Jasper, quien se mantenía en posición militar. Liam reía entre dientes.

Él tambien iba a entrenar, igual que Liza, él no pretendía quedarse de brazos cruzados.

Elizabeth se acercó a paso seguro. Se había vestido para la ocasión, con ropa deportiva y se había atado el cabello en un moño alto, todo bajo la mirada reprobatoria de su vampiro, quien se contuvo mucho para no tomarla como un saco de papas y encerrarla en su habitación. Liza y Edward se acercaron a los demas, junto a Bella, quien venía detrás de ellos, se saludaron entre ellos, Liam fruncio el ceño al ver a su amiga, sabía que algo andaba mal con ella, mas no sabía que era. De pronto todos los vampiros miraron a un lugar específico en el bosque, de entre los árboles emergieron majestuosos lobos. Demasiados lobos.

Entre todos ellos era facil distinguir a Sam, pues era el unico de pelaje negro, también identificó a Jacob, Paul y Seth, los dos primeron estaban a los flancos de Sam, se podía distinguir de inmediato que él era el Alfa de la manada.

-No tienen la suficiente confianza para mostrarse en forma humana.- dijo Edward rodeando los hombros de Liza con su brazo.

Carlisle se alejó de su esposa para ponerse frente a los lobos frotando sus manos entre sí.

-Vinieron. Es lo que importa.- musitó.- ¿Puedes traducir?

El apuesto vampiro, quien no despegaba su mirada de los lobos, asintió a su padre. La castaña se acercó unos pasos al lobo rojizo, quien la miraba atenta, lo saludó y este soltó un resoplido en respuesta, Alice, quien antes estaba a lado de Jasper se acercó a ella sonriendole, pretendiendo cuidarla.

-Bienvenidos.- saludó Carlisle.- Jasper es quien tiene experiencia con neofitos.- el susodicho se acercó a su padre adoptivo en cuanto éste lo mencionó.- Nos dirá como vencerlos.

Hubo un silencio despues de decir aquello, el apuesto vampiro mantenia su vista fija en la de el lobo negro, leyendo sus pensamientos. Mas bien, leyendo los pensamientos de todos, pues parecía que con solo ver la mente de Sam, estaba viendo la de todos los lobos presentes en la manada. Algo fascinante.

-Quieren saber porqué son diferentes los neofitos.- comentó Edward.

Carlisle soltó un suspiro mirando a cada uno de los lobos, prestando mas atención al Alfa, pues era quien lideraba a los demas.

-Son mas fuertes que nosotros, porque aún hay sangre humana en sus tejidos.- respondió el Dr. Cullen.- Los nuestros siempre seran mas poderosos en los primeros meses de vida.- explicó.

El padre Cullen se dio la vuelta dedicandole una mirada y un asentimiento a Jasper, quien tomó una postura mas firme con todo el porte de un digno soldado. Se posicionó en el lugar de Carlisle mirando severamente a los lobos.

-Carlisle tiene razón. Por eso es que son creados.- espetó de manera seria.- Un ejército de neofitos, no se necesitan tantos como en un ejercito de humanos. No hay ejercito humano que pueda contra ellos.

Elizabeth apretó las manos enterrando sus uñas en su palma sin llegar a lastimarse. La furia se extendió en sus venas como un fuego ardiente, era momento de poder saciar aquella sed que sentía, aquel desespero por querer volver a sentir sangre manchando sus manos, aquel sentimiendo que nadie sabía que sentía, ni siquiera Edward. Y por mas que deseara decirle algo se lo impedía. Liam, quien estaba a lado de ella, notó aquel gesto y fruncio mas el ceño, debía averiguar que sucedía, solo esperaba que no fuera lo que tenía en mente. Edward lo miró cuando éste volvió a descuidar sus pensamientos por un segundo y al percatarse de lo que pensaba abrazó mas a su pelirroja acariciando con sus labios su oreja, aquel gesto tranquilizó un poco a Liza.

Monstruo.Where stories live. Discover now