La comitiva de la guardia real de la hija del rey llegaba al palacio, la princesa junto a su dama estaban apunto de entrar pero fueron interceptadas por Yunet, quien suplicaba piedad y clemencia a los pies de la futura reina.
__¡Por favor princesa...te lo ruego! tengo tanta hambre, ayudame!__ rogó arrodillada ante la hija del soberano
__ Por todos los dioses levantate__ dijo afligida ayudándola a ponerse de pie, pero antes de que Yunet pudiera acercarse más fue detenida por el general Bakenmut quien ya la apuntaba con su espada.
__ Guarde su espada general__ ordenó Ariadna
__ Princesa, esta mujer no tiene permitido acercarse a usted __ agrego Bakenmut
__ Lo se.. pero por favor guarde su espada, es una orden.__ le ordenó una vez más a lo que no tuvo más remedio que obedecerla.
__ Sabía que me ayudarías querida mia__ estaba apunto de abrazarla pero la mano de la princesa la detuvo.
__ No te acerques__ hablo firme__
__ Entiendo...se que mis actos no son justificables__ bajo su cabeza
__Asesinaste gente inocente, confíe en ti__ dijo tristemente controlando las ganas de no llorar
__ Lo hice por amor a tu madre, ¡eres mi nieta!__ exclamó
__ Por favor Amonet dile a Gahiji que preparé una canasta de comida para mí abuela__ guío su mirada a su dama a lo que ella asintió
Ariadna comenzaba a marcharse pero Yunet se había interpuesto en su camino una vez más para hacerla cambiar de opinión sobre ella, está vez los guardias la alejaron mientras esta gritaba el nombre de la princesa, pero la bella joven solo sentía tristeza con el tema de Yunet.
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Un Amor Prohibido
Historical FictionNi los propios dioses igualan su belleza Ella es la hija del faraón y yo un simple soldado... Cómo podría una princesa fijarse en un hebreo.....