Felix

Especial Navideño

¡HO, HO, HO! ¡Hola, personitas! Aquí con el especial navideño. :)

Lo hice sobre Felix y Hell como agradecimiento por los 800k y los 30k de seguidores. ¡Muchísimas gracias! Espero que lo disfruten <3

FELIX

Odio hacer trabajos universitarios en vísperas navideñas. No es como si disfrute del consumismo que supone la Navidad y la esperada finalización de un año que ha sido nefasto en muchos aspectos. Solo deseo pasar los últimos días del año en completa tranquilidad, soportando los mensajes excesivos de mis amigos y los lloriqueos de Carlotte, sin preocuparme de cumplir con la entrega de trabajos que los profesores nos dejan.

¿Hay que ser despiadado para dejar que sus alumnos se estresen con trabajos a pocos días de Navidad? Hay que ser despiadado. Lo peor es que entre entregas, decoraciones, noticias sobre la nieve y la búsqueda del regalo perfecto, el tiempo pasa rápido.

Creo que necesito una distracción, aunque sea pequeña o momentánea...

—¿Vas a algún sitio, Felix?

Mamá está en la sala armando unos regalos. A su lado, Carlotte dibuja a un horrible Santa deforme.

—Necesito tomar algo de aire —digo sin explicar más.

—¿No nos quieres acompañar?

—¿Van a salir?

—Vamos al espectáculo del centro —responde con una amplia sonrisa. En la terminación de sus mejillas se pueden ver algunas arrugas de las que antes no me había percatado. Luce algo cansada, además, pero sus ojos brillan. A mamá le encanta salir en vísperas de Navidad, gozar de la nieve y comprar regalos para todos.

Contemplo mis posibilidades.

¿Salir solo o salir con mi familia?

—¿Quiénes más irán?

Mamá mira hacia el cielo, haciendo un recuento mental.

—Tu padre, Carl, Murphy, Jax, los mellizos...

La detengo antes de que continúe.

—¿Los mellizos?

Una rápida imagen de los mellizos Wilson viene a mi cabeza. Entonces me es imposible poner mala cara.

—Ya sé que no te agradan mucho —dice mamá, al notarlo—, pero ya casi es Navidad, puedes acompañarnos por los viejos tiempos.

Viejos tiempos, ¿eh?

Una apuesta difícil teniendo en cuenta que en realidad la mayor parte del tiempo, cuando mamá se juntaba con tía Murphy, Floyd y yo nos la pasábamos discutiendo con Yionne y Rust. En las guerras de nieve los grupos eran así: Floyd contra Yionne; yo contra Rust. El más mínimo error terminaba en discusiones en las que por poco Yionne y Floyd se agarraban a puñetazos, y como Rust siempre defendía a su hermana, yo, por regla de tres, debía defender a Floyd.

Además, ese Rust siempre se apoderaba de todos los juegos infantiles. Se creía el dueño del parque y hacía las piruetas más peligrosas solo para presumir de sus habilidades. Ah... pero cuando se trataba de batear una miserable bola, pues nada, mejor que lo hiciera Yionne porque él jamás le atinaba.

Yionne no se queda atrás, son hermanos después de todo, mellizos, y con personalidades parecidas. Aunque Yionne no era una fanfarrona mandona que se creía la reina del mundo, pero se creía una sabelotodo y presumía ser la mejor de la clase a todos. Ella era como: