Capítulo 23

89.2K 5.1K 1.1K
                                    

[VERSIÓN BORRADOR]

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

[VERSIÓN BORRADOR]

-Ey, Honey -dice Owen cuando abro la puerta de casa con mis manos envueltas de sudor; él lleva puesta una camisa y unos jeans negros, su cabello está prolijamente despeinado y sus ojos me observan detenidamente. Tiemblo ante su mirada y él sonríe, aprobatorio. -Estás demasiado hermosa.

No sé cómo hace para que cada palabra suya sea tan especial para mí. Lo más probable es que ocurra eso porque estoy enamorada de él. Ugh, sí. Y mucho. A veces me pregunto desde cuándo empecé a quererlo de ésta forma, pero lo cierto es que las líneas del tiempo se están borrando. Como si hubiese sido desde antes. De hace años. Un Déjà vu.

Sí, así de enamorada. Hasta el tope.

-Tú igual -se me escapa-. Digo... te ves bien. Genial, quiero decir. -Hago una pausa. No veo ningún automóvil cuando logro desviar la vista de Owen. -¿Quieres pasar?

-Vale, el auto tiene un poco de... demora. Además quiero contarte un par de cosas antes de irnos.

¿Quiere contarme cosas? ¿Me dirá la verdad de todo? ¿Contestará mis preguntas al fin? ¿Y si es algo malo? ¡Ay, Emma! No dejes que tus pensamientos corran por dónde quieran. Además, seguro está oyendo mi mente, y por ahí, recalculando la situación de contarme o no. ¿Cierto? Tonta. Tonta. Tonta. Pero, y si...

-Ey, Emmy. No te tortures. Todo lo que necesitas saber, lo sabes.

-Eso no es verdad. Tú y yo sabemos que no es cierto, Owen. Quiero saber...

-De a poco, tigre -contesta él, luciendo sus resplandecientes dientes blancos.

Mamá y papá salieron hace rato con Mati para ver una película de su saga preferida, una que yo crítico y mi hermano se enoja: entre la primera y segunda película hay puntos que no quedan claros, ni hablar de la tercera. No vi la última que salió, pero tampoco me muero por mirarla.

¿Y qué hago pensando en películas de acción cuándo Owen está entrando a mi habitación? ¡Mi diario! ¡Está abierto! No es que en él haya algo que Owen no deba enterarse pero... Es el único lugar donde puedo plasmar mis pensamientos en su totalidad. Y sin filtros.

Y más.

Mucho más.

Tengo muchas etapas de mi vida en mi diario, no las vuelvo a leer una vez escritas. Aunque cuando perdí la memoria quise ver si ahí había algo, pero me encontré con páginas arrancadas. Nada más.

Al entrar a mi dormitorio, encuentro a Owen observando mis libros. Unos en particular, donde el personaje principal es un ángel. No me sorprende que le llame la atención.

Owen deja de mirar mi estantería y camina hacia mí, posando sus labios en los míos lentamente al llegar. Son suaves y cálidos al tacto. Dulces y familiares. Caricias. Un mundo propio. Coloca un mechón suelto de pelo detrás de mi oreja y comienza a trazar pequeñas circunferencias en mis mejillas ya sonrosadas. -Emma, ¿qué haremos?

Corazón de cristal [LIBRO 1]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz