Capítulo 42

53.1K 4K 1.1K
                                    

Despierto al oír esa voz en mi mente, tan real, tan nítida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Despierto al oír esa voz en mi mente, tan real, tan nítida. Pero así como abro mis ojos y miro hacia todos lados, como en busca de alguna amenaza de bomba, me doy cuenta que, tal vez, solo fue un mal sueño producto de todo lo vivido anteriormente. Y si no es eso, entonces algún recuerdo perdido y sin importancia.

Inhalo, exhalo.

El ronroneado del auto es más suave del que recuerdo, no hay mosca volando dentro, todo parece tan tranquilo que asusta...

Estoy apoyada contra algo fuerte, fornido... Pero además suave, que huele... espectacular... Bueno, no diría que estoy apoyada sobre algo... Sino sobre alguien.

Mi vista hace contacto con la mirada de Steven. ¡Mierda! ¡Estaba dormida sobre su hombro!

Instintivamente, volteo a ver hacia Owen, que está conduciendo, pero tiene la vista clavada en nosotros... O en Steven. Escucho un gruñido salir de su garganta mientras que, como si fuese eso posible, mata con los ojos a Stev.

―Owen ―le reprocho con la voz algo ronca, pero él sigue atormentando la vida del chico a mi lado.

―Hola, Honey ―dice, rompiendo la batallas de mirada con su medio-hermano.

―¿Dormiste bien, Emms?

Ese último puede adivinar quién es, claro que sí. Steven. ¡¿Tanto quiere hacer rabiar a Owen?! Digo... No creo que sea lindo que él tenga ganas de romper la nariz de su medio-hermano. Al menos, no lo sería para mí.

―¿Cuánto falta? ―pregunto antes de que la situación sea tensa nuevamente.

Silencio.

¡Carajos!

―Aún faltan como... ¿seis horas? Te has dormido gran parte del recorrido sobre mí...

Le lanzo una mirada de «¡Cállate tú!» a Steven.

―La mitad del recorrido ―agrega Owen fingiendo no haber escuchado nada―. ¿Cómo te sientes, nena?

Sus ojos se encuentran con los míos gracias al espejo retrovisor; me enderezo tomando distancia del chico de mi lado, y extiendo mis brazos para masajear sus omóplatos.

―Bien... ―suspiro― ¿Cómo estás tú? ¿Necesitas descansar?

―Oh, no; estaba teniendo una charla silenciosa de miradas con el nefilim.

―Ya me he dado cuenta... Owen, deberías dejar de... ¡de querer asesinar a las personas con los ojos!

Owen ríe secamente mientras que Steven se encoge de hombros y mira hacia fuera por la ventana.

―Emma, he descubierto algo; tú y Julie tienen algo en común, ambas serían pésimas copilotos.

¿Eh?

Miro hacia dónde debería estar Jodida; y sí, ahí está. ¿Puede alguien dormir tan... estirada? Tiene la cara mirando hacia mí, seguro se durmió lanzándome miradas de odio; su maquillaje está todo corrido y tiene un traumático hilo de baba recorriendo su mentón. Diug.

Corazón de cristal [LIBRO 1]Where stories live. Discover now