𝐈𝐧𝐜𝐞𝐫𝐭𝐢𝐝𝐮𝐦𝐛𝐫𝐞

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Creo que nadie se esperaba semejante cosa que dijo Tituba

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Creo que nadie se esperaba semejante cosa que dijo Tituba. Lo hizo tan bajito que supongo que no quería que lo escucháramos, pero lo hicimos. El rostro de Bernard, quien más se relacionó con ella, estaba pálido como un papel. De hecho, creo que jamás lo vi tan aterrado en los meses que nos conocemos.

Me gustaría decir que no tenía razón cuando decía que las mosquitas muertas son de lo peor y por el otro lado, odio la idea de que Tituba nos hubiera usado durante todo este tiempo para tener beneficios propios. Si bien en un inicio, mi instinto me dijo todo el tiempo que no debía confiar en ella, la terminé queriendo un montón. Es la mejor amiga que quise durante mucho tiempo, pero que nunca tuve ya que Tom era la única persona que había depositado todos los ahorros de su vida en mí.

―Mentira. Tú no eres mi alumna ―titubea con la voz temblorosa. De hecho, Tituba la ha superado con creces en menos de lo que cualquiera podría incluso imaginárselo ―, Tituba era una niña sordomuda que no sabía mi nombre. ―escupe la bruja ―. Su padre la puso a mi cuidado porque tenía que hacerse cargo de la inútil de Rosalie Rodrick para que nadie lo señalara.

―Exacto, pero olvidaste que los fantasmas recuperamos nuestros sentidos una vez que pasamos a la Dimensión de los Muertos. Se supone que la bruja experimentada eres tú, ¿no? ―ríe entre dientes ―. No puedo creer que heredé la inteligencia de alguien tan idiota...

La mujer traga pesado.

¿Acaso Tituba está insinuando lo que creo que está insinuando?

Si yo miro a Tituba y a esta mujer, no tienen nada que ver. No se parecen físicamente, ni siquiera se mueven de igual manera. Son como el agua y el aceite. De hecho, incluso sus auras son dos polos opuestos.

―Deja de mentir...

Tituba hace un gesto de aburrimiento con los ojos, uno tan sutil que podría pasar por desapercibido, pero que yo sé leer porque conviví mucho tiempo con ella en la más pura ignorancia.

―Nunca te hiciste cargo de mí, porque nací deforme. Todos tus pecados cometidos durante siglos, te hicieron estar maldita y tu estirpe salió igual de defectuosa. Así que es por eso que ahora no quieres tener hijos; pero porque eres una jodida perfeccionista. ―ahora sí, la joven ni siquiera se quita las lágrimas del rostro ―. Yo nací en contra de tu voluntad porque padre quiso que me tengas. Lo que nunca te dijo era que iba a reemplazarte conmigo, a pesar de que tuvieron que postrarme en una silla de ruedas gracias al raquitismo. Una tarde después de lo que padre me hizo, fue una suerte que Rosalie Rodrick me encontrase tirada entre los arbustos. Me llevó con ella a la mansión a pesar de que estaba en las últimas de su vida. Me dio de comer, me dio el amor que nunca hubiera recibido de tu parte y, al darse cuenta de que yo era una pelirroja y que no había nadie con esas características dentro del pueblo, entendió que era hija ilegítima de su esposo que la engañaba contigo. ¿También tengo que recordarte que entraste en su vida como su enfermera?

𝐄𝐥 𝐩𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨Where stories live. Discover now