Lords & Ladies in Conflict [MAMP#3]

EPÍLOGO

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Los brazos de Xav rodeaban mi cintura, atrayéndome hacia su espalda. Solté un par de risas, pero él las calló al unir nuestros labios. El ambiente del parque era tranquilo y relajante que dejó a mi mente volar en un sin fin de ideas. Me comencé a cuestionar millones de cosas en estas semanas, que no fueron para nada aburridas. Pensé las muchas razones por las cuales estaba parada justamente aquí. Había recordado porque quería matar a mi familia, y créanme, no me sorprendí en lo más mínimo. Había sido chantajeada y engañada para creer que mis padres no eran mis padres y que querían venderme de una forma nada buena, tantas mentiras que me decían y se los creí. Pero por fin he vuelto, y creo que en todo el tiempo que llevé con amnesia fuí algo estúpida.

-¿En qué piensas?-la voz de Xav me hizo volver a la realidad.

-¿Eh? Oh, nada. Solo...tonterías.

-¿Tonterías? Interesante, continua.

-En verdad, no es importante.

-Por la expresión de tu rostro diría lo contrario.

Sonreí de lado. Este chico me conocía más que yo misma.

-Solo estaba...pensando...en las últimas semanas, ¿fueron muy locas no?

-¡¿Locas, a eso le llamas locas?!-soltó una carcajada-¡Fue peor que eso!

-Concuerdo-murmuré y me abalancé a sus labios cuando se despistó-Y otra cosa-me separé de golpe de él-Vine aquí por ti, pero sé que ahora tienes a alguien que debes proteger y entendería si te quedas aquí o te vas a otro lado, pero yo debo volver a mi hogar, junto con mi familia-bajé la cabeza, no sabía como decirlo.

Esto era terriblemente irritante.

-No sé si lo que hice para estar aquí fue para hacer un camino nuevo contigo o simplemente poner señales de que pare para siempre.

Frunció el ceño confundido.

-¿Qué crees que haré?-preguntó a la vez que me tomaba de las manos y me dió un pequeño apretón en ellas, lo cual era una señal de alerta, debía responder correctamente.

-Temo que me dejes.

Tuvo el descaro de reír ante mi preocupación y miedo.

-Que poca fé-susurró, cuando menos supe me había cargado en su hombro.

-¡Hey!-grité-¡¿Qué crees que haces?!-odiaba cuando evadía estos temas, aún con mis intentos de soltarme fue inútil, cuando iba a gritarla unas cuantas cosas, me dejó caer sobre la hierba que estaba un poco alta, o lo suficiente para que nos cubriera estabando en ella.

Se ubicó sobre mi, conteniéndome.

-Odio cuando dices estupideces como esa-bufó molesto-¿Cómo puedes siquiera pensarlo?-unió nuestras frentes-Jamás lo haría, tú eres mía y no permitiría que alguien más te tocara, y ya hay algunos en la larga fila para recibir a mi puño por eso.

Reí. ¿Reí? Este chico tenía la capacidad de hacerme dar subidas y bajadas en mi estado de ánimo, al igual que una montaña rusa.

-No creo que haya muchos-solté.

-Creo que no has visto a cuantos he tenido que intimidar para que ni te miren.

-Me lo he perdido.

-¿Qué mal, no?

-Eres un...-pensé en una serie de insultos que servivirían para él, pero solo había uno que a mi me encantaba, y solo para él-Badulaque.

-¿Me creerías si te digo que aún no he buscando el significado de eso?-su diversión había vuelto.