Capitulo XX

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Nicholas

La noche anterior

–Jamás–le digo devolviendole el golpe al maldito de mi hermano–Jamás seré una persona tan hueca y maldita como tú– las palabras salen tan fácil de mi boca, como si yo no fuera igual, pero ya no lo soy, le sonrío a Maximiliam y agrego–Eres tan bueno jodiendo a las personas a tu alrededor que mataste a penas naciendo– sé que toqué un nervio con eso, Maximiliam me empuja y quedo debajo de él, en un rápido movimiento toma su pistola y prepara el gatillo.

–Entonces si soy tan jodido, no te importará ser parte de mi lista de mierda– me dice sin titubear, levanto mi cabeza y pego mi frente al cañón de su arma, le dedico una mirada desafiante, hazlo, dame más razones para demostrarle de una vez por todas a Fiorella la clase de hombre que eres.

Sin cambiar mi posición, mi hermano menor dispara una sola vez. Siento como se levanta y se aparta, abro lentamente los ojos, paso mis manos por todo mi cuerpo, no tengo ningún disparo, ¿Entonces que...?

–No gastaría mis balas en una larva como tú–me dice Maximiliam limpiándose la sangre que sale de su boca, se guarda el arma y me señala– Agradece que eres importante para Anastasia, pero grabatelo en la punta cabeza, no doy segundas oportunidades–me levanto, inmediatamente llevo mi mano a mi nariz, carajo,  creo que me fracturó el tabique.

–Me importa una mierda si das o no segundas oportunidades– me agacho a recoger mi pistola y la guardo, busco en mis bolsillos mis lentes pero no los encuentro, paseo mi vista por todo el suelo, talves se me cayeron durante la pelea.

–¿Buscabas esto?–pregunta Maximiliam, enfoco mi vista en su mano enguantada donde sostiene los lentes, en grandes zancadas llego a él para arrebatarselos. Me toma del cuello y hace presión, maldito, sabe que es más fuerte y hace menos de unos minutos me molía a golpes–Es curioso–dice girando los lentes en su mano–Si no me equivoco, tú no los  necesitas, nunca has tenido problemas de visión– asegura, lo observo serio, no me conviene que el imbecil profundice en el tema.

–Que vas a saber tú, nunca hemos sido cercanos como para que tengas idea de lo que me pasa– el idiota me suelta y tira los lentes, los atrapo y me los coloco– Imbecil, ni creas que voy a agradecerte porque hayas tenido la decencia de no matar a tu propio hermano.

–¿Hermano?–pregunta riendo–Eres todo menos un hermano y como dije  antes, lo hice por nuestra prima, no me importa que todos ustedes me odien, con que sepa que ella me aprecia, es más que suficiente– me da una última mirada, al ver que sostengo mi nariz el muy maldito sonríe–Esa sí que es una agradable vista–se gira y da pasos en la dirección por la que vino, se detiene y gira un lado de su cara para verme–Una cosa más–dice– Ni gastes energía haciéndote la víctima con Fiorella y aproveches esto para decirle más mierda sobre mí, ella ya sabe quien soy– agrega, eso sí que no me lo esperaba, creía que lo que menos quería mi hermano era que Fiorella supiera la verdad.

–¿A caso le dijiste sobre...?– pregunto pero me interrumpe.

–No, no le dije que toda la familia participa en la mafia–me dice–Ella cree que soy el único criminal de los Telnaster, cuestión que tanto tú como yo sabemos no es cierta– intercambiamos miradas desafiantes, negando con la cabeza hablo.

–¿Y que quieres? ¿Qué toda la familia te agradezca?– pregunto riendo– ¿Qué aplaudamos al pobre Maximiliam por su sacrificio?

–No digas estupideces– dice molesto–Si no dije nada sobre la familia es porque estoy más que  seguro de que si Fiorella se da cuenta que todo este tiempo ha trabajado para una familia de mafiosos lo primero que haría sería renunciar–me explica, tiene razón, pero prefiero cortarme una pierna antes que admitirlo.

–Como sea– le digo, presiono mi nariz más fuerte y emprendo la marcha rumbo a la mansión.

–Y no vuelvas a cometer la idiotes de poner en riesgo a Fiorella o a Jennifer– con eso último se pierde entre la oscuridad de la noche.

Jennifer, no sé que tenga esa tipa pero desde que llegó a trabajar a la mansión ella y Maximiliam se hicieron muy cercanos.

Mi hermano y yo solo nos llevamos un año de diferencia, así que ambos no recordamos a nuestra madre, por culpa de Maximiliam la perdí siendo apenas un bebé, creo que desde ese momento mi odio hacia él solo fue creciendo.

Al cumplir los once, quería ser como mi padre, estaba decido a ser como él, pero este solo tenía ojos para Maximiliam, si tenía alguna junta, se llevaba a Maximiliam, si había algo que debiera enseñar, Maximiliam es quien se llevaba todas las indicaciones, aveces creía que padre estaba obsesionado con Maximiliam, era tanto su obsesión por criarlo para gobernar que lo internó en un extraño lugar cuando cumplió los doce, no lo vi durante ocho años.

Durante ese tiempo aproveche para acercarme a padre, mi abuela decía que de los dos, yo era el hijo que más se parecía a él, ella se convirtió en la madre que me arrebató Maximiliam, es una de las mujeres más importantes de mi vida.

Ella, mi prima Anastasia y Fiorella Leblanc, la bella italiana que lleva meses trabajando para nosotros, necesito tenerla.

Nadie sabe ni sabrá las verdaderas intenciones que tengo con ella, a la vista de todos solo soy un buen amigo para ella, el papel que he estado practicando desde que la llevé a su casa para converselos a todos incluso a ella.

Luego de haberme curado yo mismo, fui a hablar con la abuela, puedo asegurar que supo lo de la pelea, por las cámaras y porque de seguro nuestros gritos se escucharon por todo la mansión.

Mostró su descontento con mi hermano, cada día su odio por él es más que evidente, aveces creo que ella lo aborrece más que yo.

La tranquilice y le pedí que no dijera nada sobre la pelea con mi hermano, no quiero que nadie sepa que me agarre a golpes con él y mucho menos Fiorella, no quiero que crea que soy un psicópata que se pelea con todo el mundo, es por eso que en estos momentos que veo su carita de preocupación preguntando quien me golpeó digo:

–Uno de los clientes del casino se puso agresivo cuando le cobramos una deuda– las mentiras salen tan fácil de mí, esto es pan comido–Los de seguridad lograron controlar la situación, pero el maldito me dio unos buenos golpes– la bella señorita se coloca las manos sobre la boca.

–Per tutti i santi– dice, con la punta de su dedo toca uno de los moretones que tengo en la mejilla–¿Quieres que te prepare algo?– ver esa cara tan inocente preocupada por mí me hace sentir victorioso, paso a pasó haré que esta mujer me elija sobre Maximiliam, ella aún no lo sabe pero será mi próxima presa.

–Eres muy amable Fiorella– le finjo una sonrisa encantadora– Voy a estar en la biblioteca, ¿Me podrías llevar algo de té?

–Si claro–me dice–Inmediatamente te lo subo– le doy un beso corto en la mejilla, ella se sorprende por el gesto, pero no se aparta, paso a paso Nicholas.

Muchas gracias Bellissima– eso último le saca una sonrisa, ahora si la dejo atrás mientras me dirijo a la biblioteca, necesito pensar muy bien mis próximos movimientos, ahora que Fiorella sabe de la identidad de Maximiliam, necesito estar preparado para cualquier cosa.

–Paso a paso– es momento de que el viejo Nicholas salga a la luz otra vez– Glaoigh air obsession, ach cad a bhraitheann mé do Fiorella téann i bhfad níos faide ná mothú simplí cosúil le grá.

Besos en el poto 💋

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