Sepulcro

Capítulo XLIV

Maximiliam

Despierta imbecil, algo no anda bien, lentamente abro mis ojos, me sorprendo un poco al no ver a mi corderito junto a mí, estábamos juntos en la cama antes de que me quedara dormido.

Maldita sea mi cuerpo, estos días no me siento como yo, estoy siempre cansado, me dan mareos del infierno y las náuseas, malditas sean, me tienen loco, dinos a nosotros, estamos con ganas de matar a alguien con los dolores de cabeza.

Pero eso no tiene importancia ahora, necesito ver a Fiorella, no sé que sea pero no tengo un buen presentimiento, nosotros tampoco. Me levanto de la cama y busco en la cocina, ella siempre se encuentra ahí, es como su santuario, siempre se encuentra feliz de poder cocinar algo para los dos, así que me toma por sorpresa no encontrarla ahí, en su lugar lo que encuentro es un trozo de papel con lo que parece la letra de mi Fiorella.

Saldré por un rato, no quise despertarte. Te amo.

Y eso es todo, no hay nada más, si la dejó mientras estaba dormido, debe tener buen tiempo de que se fue, pero más importante ¿A donde iría?

No se tú, pero esto no nos gusta nada,  a mi tampoco me gusta para nada. No sé a donde podría ir mi chef, a menos que... tomo mi teléfono y busco el contacto de Jennifer. Suena el primer tono y sabrás mi sorpresa cuando escucho un sonido provenir afuera de mi puerta.

Me apresuro a abrir y cuando lo hago soy recibido por la mismísima Jennifer.

—¿Qué haces aquí?— pregunto.

—Hola a ti también— me dice entrando—Vine a ver a Fiorella, tenemos que hablar sobre un asunto importante— todas las alarmas de mi cabeza empiezan a sonar, ¿Si no está con ella con quien más?

—Mierda— digo sostiendo mi cabeza, Jennifer nota mu cambio de actitud y se apresura a preguntar.

—¿Qué sucede?— no contesto, solo busco las llaves de mi coche y tomo una de las armas que tengo bajo la mesa—Maximiliam, ¿Qué demonios pasa? ¿Dónde está Fiorella?

—No está— digo con los dientes apretados—Creía que estaba contigo, estaba dormido y cuando desperté solo encontré una nota que decía que iba a salir y no tardaría— me paso las manos por el cabello—Si tú estas aquí, ¿Dónde mierda podría estar?— esto está mal, ella no tiene familia, su familia soy yo, a parte de Jennifer y Diff, que son sus mejores amigos, sin mencionar a mi puta famil...—Eso es— digo más para mí que para ella, decido me dirijo hacia la salida.

—¿A donde vas?— me detiene Jennifer tomándome del brazo—Cálmate primero, llámala antes de hacer cualquier estupidez— es buena idea, tomo mi teléfono y marco, primer tono, segundo, tercero...

—Nada— digo, vuelvo a marcar—Jodidamente nada.

—Llamare a Diff, de seguro está con él— Jennifer lo llama con su teléfono, al primer tono contesta—Hola cariño— lo saluda con una sonrisa, asqueroso, aun no me creo que sean pareja—Quería preguntarte ¿Fiorella está contigo?— no escucho la respuesta de mi amigo, pero el gesto nervioso de Jennifer me indica que ella no está con él —Gracias, si, luego te marco.

—Si no está contigo, ni con Diff, solo queda la opción de que esté en la mansión.

—Esto no me gusta nada Maximiliam, ella me llamó hoy para pedirme que viniera aquí, ¿Por qué se iría?

—Ella jamás te haría esperar, es demasiado correcta para eso, si te llamó fue porque estaría aquí, entonces...— pienso muy bien, alguien la tubo que haber hecho salir—Sea cual sea la razón, no me quedaré aqui— con eso salgo del penthouse, reviso que mi arma este cargada y bajo a toda prisa por las escaleras. Escucho los pasos apresurados de Jennifer seguirme.