-Una palabra-

25 0 0
                                    

Poco o nada puedo llegar a transmitir de mi interior en este preciso instante, pues ni los silencios tendrán la bondad de ayudarme a expresarme. No por vacío, ¡ni mucho menos! Más bien por plenitud, felicidad, gozo. Porque mentiría si dijera que no tenemos problemas, o que somos perfectos, o que tenemos las ideas calcadas en todos los aspectos. Estoy haciendo todo lo caninamente posible para demostrarte que estoy enamorado de mi felina. Que eres mía, sí. Tus mejillas me pertenecen cuando mis manos las cubren, tu espalda me pertenece cuando mis labios la recorren, tus besos me pertenecen cuando los míos te acuden. Estás hecha de pequeñas piezas, o secciones, o partes, o trozos, o segmentos, o particiones, o lo que más prefieras pero... Sin duda, amo cada una de ellas. Sonrío si pienso lo mucho que me has llegado a cambiar en tantos meses que llevamos juntos. Claro está que mi actitud hacia el resto no ha cambiado mucho, y dudo sinceramente que ese cambio llegue siquiera (al menos, "pronto"). Supongo que soy demasiado cobarde para admitir que tengo miedo, que hay temores en cada beso que te doy porque de un modo u otro, existe en mí una cada-vez-más-pequeña parte en mi mente teme que sea el último. Te esfuerzas mucho por nosotros, en particular por mí más que por ti. Me aceptas. Me escuchas. Me entiendes. Me ayudas. Me relajas. Mi vida hasta conocerte siempre ha sido una balanza inclinada hacia un solo lado, sin equilibrio. Sólo negatividad y cosas malas. Ahora es muy diferente pues esa balanza al fin está en una agradable sintonía. Has construido en mí una solidez que desconocía, y de la cual no me veía capaz. Sí, es cierto que últimamente parece que estoy en mi límite. Pero recuerda... ¿No te dije que siempre te ofrecía el 200% de mí? Eso significa que, aunque me veas más abatido, sigo estando por encima del 100%... Es decir, que siempre te ofreceré lo que pueda y más. Eres mi única prioridad, el único sentimiento que jamás podré apagar, esa luz que necesito que me guíe hoy y el resto de mis días. Esta clase de párrafos no me salen fácilmente cuando te tengo delante, aunque eso te ocurre también por lo tanto, me comprendes a la perfección en eso. Simplemente quería decírtelo una vez más, de un modo distinto. Porque podría escribir tanto como quisiera, y la verdadera realidad seguiría siendo que todo se resume en muy poco. Dos letras. Una sílaba. A un escueto fonema. .


Libro de poemas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora