Unos más locos que otros

2.5M 154K 879K
                                    

Unos más locos que otros

(***)

Cuando llegué al instituto el lunes, tuve la suerte de encontrarme a Eris cerca de la entrada hablando con un grupo de chicas que pertenecían al club de ciencias. Aproveché para alejarla de la gente y nos dirigimos al patio trasero.

A esas horas de la mañana, el patio empedrado no era concurrido. Los alumnos se concentraban más cerca de las áreas verdes, por lo que ese definitivamente era el lugar perfecto para conversar. Allí, sentadas en uno de los bancos, le conté todo acerca del viaje y la Cacería. Y no se molestó en ocultar la sorpresa y la fascinación que aquello le causó.

—Entonces eso fue lo que ocurrió en el árbol de los colgados —dijo con una nota de emoción—. Hicieron una Cacería.

—Y como estuvo a punto de delatarlos porque Brown los descubrió, cambiaron totalmente su manera de llevarla a cabo los años siguientes —añadí, asintiendo.

Eris permaneció en silencio por un momento con el brillo de entusiasmo todavía en sus ojos, como si estuviera analizándolo todo en su cabeza.

—Bueno, claro que irás a La Cacería, es seguro —expresó después de un rato—. El asunto es... ¿quién será tu presa?

—Damián dijo que se encargaría —comenté con cierta inquietud—. Sé que debo ir, es sólo que será la primera vez que los veré... ya sabes... —Me froté el rostro con las manos en un gesto de frustración—. Dios santo, es brutal. No dejo de pensar que me metí a una secta.

—Al menos no hacen invocaciones, ¿o sí? —contestó ella con un toque de diversión.

—No, son simples... asesinos —murmuré, intentando que no sonara tan grave. Eris me contempló por un minuto entero—. ¿Por qué me miras así? —le pregunté.

Ella suspiró.

—Hemos estado concentradas en averiguar sobre los novenos, y sí pienso que es lo más importante, pero, ¿cuándo hablaremos sobre lo que sientes por Damián? —señaló y buscó mi mirada, pero yo la desvié y me concentré en ver a un par de alumnas que caminaban hacia el interior del edificio—. ¿No necesitas soltarlo? Mira, no es ningún secreto para mí que tu excesivo interés en él, en algún punto se convirtió en algo romántico.

—¿Hablas de lo que sentía por alguien que tan solo idealizaba? Porque en mi mente el Damián que yo quería conocer es una persona y el Damián que conocí en la cabaña, el asesino, es otra —solté, y hasta a mí me sonaron amargas mis palabras—. ¿Crees que puedo sentir algo por alguien a quien no conozco en lo absoluto? ¿Y crees que puedo sentir siquiera un poco de cariño hacia alguien que me trata como a una estúpida entrometida que solo trajo problemas a su vida?

Dicho eso, me vino a la mente que después de probar la Ambrosía, creí que algo podía pasar entre nosotros. Pero eso no se me antojaba decirlo. No era posible. De hecho, era totalmente absurdo.

—Tú has dicho que Damián no demuestra ser ni un poco empático, ¿cierto? —comentó Eris, pensativa.

—Sí, es que así son los novenos, ¿no? —Me encogí de hombros—. Como no creen ni en el mal ni el bien, su forma de actuar puede ser muy impredecible. Y ven normales las cosas que nosotros repudiaríamos.

—Ajá, entonces no podrías ponerle una etiqueta a Damián. No podrías decir que es bueno o malo —señaló, llevándose los dedos a la barbilla.

Supe que estaba haciendo análisis en su mente, pero escruté su rostro buscando alguna aclaración. El tema no era muy cómodo. No quería pensar en sentimientos, menos si también se incluía a Damián en ellos.

DAMIÁN PARTE 1 - [Un secreto oscuro y perverso] VERSIÓN DE WATTPAD ©Where stories live. Discover now