EL RITUAL. (Completa)

Chapter 9: El ritual, capitulo 9

La tierra se estremecía a su alrededor pero Jay sólo tenía conciencia de Jensen, de su cuerpo desnudo sobre el suyo, de su piel acariciando la suya, de su lengua dentro de su boca, solo Jensen, y lejano, muy lejano, las sacudidas del terreno se habían casi convertido en parte del movimiento lento de sus cuerpos. Jensen parecía ignorar lo que les rodeaba, como si no lo percibiera o no le importara, y aunque una pequeña parte de Jared se sentía intrigada por ello, lo cierto es que era una parte diminuta, el resto solo esperaba que eso no cambiara. Sentía el cuerpo flojo y lánguido tras el estallido anterior de placer, en ese estado cada beso parecía convertirse en una experiencia extrañamente sensual, como si la excitación anterior, violenta e inmediata, se hubiera transformado en algo distinto, erótico en su torturante calma, pero tan irresistible como delicioso. Jared se abandonaba a la sensación, a pesar de que los dos parecían extenuados, dejarse llevar por esa constante marea entre ambos era hipnotizante, como dejarse mecer en un sueño. En realidad no estaba erecto ya y Jensen tampoco, y sin embargo cada beso resultaba embriagador de un modo indolente, pensó que podía quedarse allí durante días enteros, solo abrazándole, sintiendo sus pieles desnudas acariciándose suavemente, sus lenguas tanteándose lánguidas, pero su cuerpo parecía recuperarse del estallido anterior paso a paso, y podía notar como Jensen reaccionaba igual, con la excitación creciendo de nuevo entre los dos, y necesitando más.

Con cada temblor del terreno, el temor por ello se desvanecía paulatinamente, y cuando la mano del brujo descendió de nuevo hacia su entrepierna Jared ni lo pensó y abrió sus piernas para atrapar las caderas de Jensen entre ellas, le notó sonreír dentro de su boca y ambos comenzaron de nuevo a moverse con el mismo ritmo, le entrelazó con cierta urgencia, empujándose contra su pelvis, mientras percibía como Jensen descendía su mano a lo largo de su perineo, la sensación le hizo jadear de sorpresa, y olvidó de nuevo lo que pasaba a su alrededor mientras la excitación se apoderaba de su conciencia. Gimió en voz alta, con cada estremecimiento suyo los temblores bajo su cuerpo se intensificaban, y de un modo sordo y algo lejano pensó que tenía que detenerse, que aquello era peligroso, que alguien podía salir herido. Pero entonces Jensen acarició su entrada antes de introducir suavemente la punta de su dedo en su interior, y dejó de pensar, gimió abriéndose más para él, "si, si, si, por favor, Jen, oh, sí" dios, lo quería tanto, la sensación era tan sorprendente como cautivadora, sentía como su dedo dentro de él le acariciaba casi suavemente y la tierra temblando a su alrededor pasó a un segundo plano, su pensamiento reducido de nuevo a necesidad y deseo.

Y entonces sucedió, que el temblor se convirtió en otra cosa, primero una vibración lenta, que casi ni notaron, y después una convulsión tan intensa que los sacudió casi separándolos por su violencia, luego el silencio y todo se detuvo, el temblor de la tierra y el de sus propios cuerpos, como si fueran la misma cosa o todo lo que era y existía "aguardase". Jared sintió la repentina calma con aprensión, la mano de Jensen aún estaba sobre su cuerpo pero ambos yacían inmóviles esperando en tensión, mirando hacia el origen del extraño espasmo, en el corazón de la espesura. El sonido, ronco y grave, se escuchó latiendo en lo más profundo, ascendiendo su volumen hasta apoderarse del mundo, o esa fue la percepción que tuvo Jared, como si algo inmenso despertase, desperezándose, algo vibraba en lo más hondo de Janua Caeli, algo que se avivaba en el corazón de la floresta. Y no era algo que pudiera ser ignorado, Jared se estremeció, en parte también porque Jensen se separó de él y su cuerpo casi protestó al notar como el del brujo se alejaba.

El mago se apartó para levantarse, notó la irritación en su rostro aunque sabía que no iba dirigida contra él, pero también había algo más, algo que no logró identificar pero le confundió. El sonido había cambiado ahora, era casi como el tañido de una lejana campana, como una llamada, pensó Jared, y vio la sonrisa en la cara de Jensen, una sonrisa torcida, como si su enojo se mezclase con esa otra emoción que seguía sin identificar pero que le preocupaba. Jared creyó divisar entonces algo, de refilón, como una imagen huidiza en la periferia de su visión, algo que se movió veloz a su izquierda, algo... Jared parpadeó. Tenía que estar equivocado, no era posible pero la imagen aun permanecía en su retina, como un reflejo desvaído, "algo del otro lado" pensó, pero él no debería poder verlo, no debería, y sin embargo había estado allí, estaba casi seguro: Una figura humana pero ajena a lo humano, embestida de un aura de inmensa potestad, rostro de ciervo y amplia cornamenta recortándose contra el horizonte, inmóvil, "mirándoles", "vigilándoles". Jared se turbó, porque en esa imagen latía un recuerdo lejano, antiguo, algo que conocía, que ya había visto, una promesa, "esperando", esperando desde hacía mucho, "esperándole"