Chapter 12: El ritual, capitulo 12

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Su sabor en los labios, respirar su aliento suavemente, su lengua deslizándose en su interior, el roce delicado de su piel buscando la suya a través de la tela. "Está vivo" , se repetía como una oración, pero la imagen de su rostro descomponiéndose bajo sus manos le estremecía, le había visto morir ante sus ojos, y cada segundo en el que había presenciado su agonía continuaba paralizándole. No percibió como sus manos le aferraban con demasiado fuerza, como su boca intentaba atraparle casi desesperada, pero Jensen sí.

-Shh, shh... -susurraba bajito en el interior de su boca, intentando calmarle pero parecía producir el efecto contrario ya que su voz le producía escalofríos. "¡Vivo! ,¡vivo"", Se repetía como un mantra mientras todo su cuerpo retenía el de Jensen con una avidez preñada de miedo. Jensen lo alejó unos centímetros de sí para recogerle el rostro entre sus manos y le miró preocupado, pero antes de poder decirle lo que pretendía, el murmullo vacilante de Jared los alcanzó a ambos.

-Tuve pedazos de ti entre mis dedos. Yo  -su voz se ahogó en sollozos, y Jensen lo abrazó intentando contener el estallido que parecía a punto de tragarle, pero, en cuestión de segundos, Jared se deshizo en sus brazos sollozando angustiado mientras se aferraba a él como si aún intentara sacarle de su prisión en el Árbol. Jensen no dijo nada, comprendía que necesitaba liberar toda la tensión contenida esos días, así que le abrazó con fuerza haciéndole saber que estaba a su lado, intentando ignorar la sensación pesada estrangulando su estómago. Cuando al fin percibió como se calmaba suspiró aliviado, su cuerpo reposaba cálido sobre el suyo, tan extenuado como tranquilo al fin, tenía sus manos entre las suyas y las observó dolido, su catastrófico estado, despellejadas y cubiertas de heridas, era una acusación muda en su contra, Jared advirtió su mirada culpable e intentó ocultárselas. Pero no se lo permitió, las tomó entre las suyas, cubriéndolas para sanar la piel. Su laberinto le había dañado y, aunque Jared podía sanarse a sí mismo ahora, necesitaba hacerlo él.

Encontró su pierna herida y la restauró a su estado anterior esperando que otras heridas pudieran curarse de igual modo, y le contempló después, libre de cicatrices, esperando que fueran un buen presagio. Cuando al fin levantó la mirada hacia Jared lo hizo temeroso de la recriminación que esperaba hallar en sus ojos, pero no la encontró, éste le miraba con el rostro ya seco de lágrimas y una sonrisa vacilante bailando en sus labios, se notó sonreír con la misma vacilación.

Jared le miraba preguntándose por ambos, por todos los secretos revelados, por los caminos cegados, ahora podía hallar el camino hacia la telaraña del destino y contemplar todos los senderos posibles pero no quería hacerlo, quería ser sorprendido, que el futuro le alcanzase al tiempo que lo vivía, y no pudo obviar que en ello había algo de temor, no quería enfrentarse al hecho de que siguiera siendo imposible alcanzarle , él vivía, y eso tenía que ser suficiente, se repitió que todo saldría bien, que ahora ya nada podía estropearse. Pero, mientras se lo repetía, seguía sintiendo cierta desazón. Su rostro, tan cerca, ¡seguía pareciendo aún tan lejano!. Estaba allí, a solo unos centímetros, tan poco espacio entre ambos que podía tocarle si extendía su brazo, pero se mantuvo alejado, porque después de todo, seguía siendo Jensen, y temía equivocarse y hacer que se replegara. Habían dicho que el Árbol sanaría sus heridas pero ignoraba si había sido así o de qué modo eso cambiaría su conducta. Mientras lo descubría, esperaría. Ambos se miraron entonces, cautelosos, evaluándose, como si se estudiaran con temor.

Después de todo lo sucedido, no era posible ocultar sus mutuos sentimientos, pero aún existían barreras después de las mentiras y malentendidos y, en consecuencia, conocer los sentimientos del otro parecía alejarlos más que aproximarlos. Sentían la necesidad de avanzar muy despacio, cuidadosos, vigilándose mientras intentaban aproximarse, comprendiendo que el camino estaba abierto, pero aun confusos sobre su lugar en él. Jared recordaba lo devastador que resultaba perderle, eso debería bastar, Jensen le amaba, estaba seguro de ello ahora, pero seguía sin saber qué limites interpondría entre ambos, y le asustaba equivocarse, presionar demasiado, alejarle incluso levemente. Entonces sintió la mirada suave de Jensen sonreírle despacio.

EL RITUAL. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora