Chapter 11: El ritual, capitulo 11

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Clavando sus ojos sin blanco en él, el Dios habló:

-Lo que deba suceder sucederá, pero le hice una promesa y la mantendré- Supo, sin necesidad de preguntar, que ésta le atañía directamente.- La criatura de plata carraspeó y ambos, Dios y Dragón se miraron un largo instante, Jared comprendió que debía guardar silencio y esperar porque, lo que ambos se cuestionaban, era vital para él y para Jensen. Eso le llevó a mirarle de nuevo, todavía seguía respirando, tan levemente como antes, pero era una buena señal, amanecía y aún seguía vivo. Notó algo distinto en la atmósfera y les miró de nuevo, parecían entenderse ahora y ambos le miraban con cierta curiosidad. El rostro de venado parecía más amistoso que minutos antes, y, cuando le habló de nuevo, percibió que el tema de su disimulado intercambio con el dragón le había favorecido.

-No debería depender de él- objetó el dios sin embargo, dirigiéndose al otro como si Jared no estuviera presente. El dragón le replicó de inmediato:

-Vosotros le disteis la opción, al traerle aquí, y le alejaste de la orilla- había diversión en su voz y la cabeza de ciervo desvió la mirada, casi humillada.

- Si sucediera - de nuevo aquella leve emoción apenas perceptible vibrando en la inexpresividad de su timbre y sus ojos de ciervo mirando hacia el brujo cautivo en el árbol- no querría conducirle tan pronto al último lugar.- El dragón suspiró con evidente alivio, como si hacerle reconocer eso fuera realmente importante, y supuso que obligar a un Dios como aquel a admitir lo que no quería era algo extraordinario. Esperó que sirviera de algo. En el silencio que siguió, Jared quiso apresurarles, recordarles que amanecía y solo un día les separaba del final, fuera cual fuese. Aunque había decidido confiar en Jensen, si lo había logrado una vez, lo volvería a hacer, tenía que ser así. El Guardián le sorprendió de nuevo entonces:

-Él lo sabia- miró hacia Jensen - no lo entiendes Primero, era solo un niño, muchos niños vienen a mí en la oscuridad, rotos y asustados, no era el primero y no será el último, yo siempre soy su liberación- Jared contuvo su ansiedad porque de nuevo era el chacal y eso le preocupó. -Les recojo con suavidad, porque ya han sufrido suficiente, y él tenía tu sangre, eso le hacía estar más cerca de mí, por eso acudí antes, podía oler su final, sus últimos días, y sabía que así estaba escrito, solo quería hacerlo más fácil- Su tono era casi dulce y, una parte hasta entonces incomprensible, tuvo al fin sentido: ningún ser que estuviera tan expuesto al dolor y el sufrimiento humanos podía simplemente ignorarlos.

-Me oculté en la oscuridad donde le habían encerrado, percibiendo como su cuerpo iba desfalleciendo, aguardando mi turno como siempre hago, me sorprendió cómo se aferraba a cada brizna de vida que aún latía en él pero sabía que solo era cuestión de tiempo.- Jared aguardó expectante, sabiendo que la clave de lo que empujaba al Guardián a ayudarles estaba a punto de serle mostrada: -Y él me reconoció, pudo verme, y supo lo que era- había un matiz obvio de asombro en sus palabras- se moría, que yo estuviera allí ya lo evidenciaba pero él... me compadeció- guardó silencio como si aún le resultara inconcebible- y me ofreció su amistad, porque creía que nada podía ser más terrible que estar tan solo como yo -Jared jadeó conmovido, y vio la vacilación del Guardián. -Nada que haya existido antes o después actuó como él. Solo era un niño, ¿Cómo pudo verme? –y Jared comprendió que no estaba hablando solo de que le hubiera distinguido físicamente, pero no le sorprendió, era propio de Jensen, ver en lo más profundo de los demás. El dragón parecía satisfecho, como si las palabras del Guardián completaran un puzle que sólo él veía:

-¿Sobrevivió o le dejaste ir?- suave, muy suave, intentando no despertar la cólera del Dios, pero este se indignó al escucharle.

-¿Crees que habría hecho algo semejante? ¿Sabiendo lo que estaba en juego?- la criatura sonrió levemente como disculpa y el Guardián pareció calmarse un poco. -Encontró el nexo con la Fuente y tomó el control -el desconcierto fue evidente en su rostro ahora. -Un simple mortal, un niño -la admiración desnuda en su voz y Jared sonrió por primera vez desde que le había visto entregarse al árbol- cuando lo hizo me hizo comprender, quizá libere el vórtice, quizá pueda. Nunca había visto a un mortal tan fuerte - Pero el dragón se había enfurecido entonces:

EL RITUAL. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora