Capítulo 3.

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Suspiro y me ajusto la coleta que acabo de hacerme. Desde el viernes no he salido de casa. No por miedo, si no porque no tenía ganas de nada. Eso a mi padre le reconfortó, ya que según el, las ‘’señoritas’’ no se llevan todo el día en la calle.

Me miro de arriba abajo en el espejo. En mi instituto es obligatorio llevar uniforme, a pesar de no ser uno privado. Lo odio. Es una falda corta a cuadros negros junto a una camiseta blanca con el cuello vuelto. Horrible, al menos para mi gusto. Los zapatos pues bailarinas normales.

 -          Adiós papá.

Mi padre sale del salón y se acerca para darme dos besos de despedida. Intento no poner los ojos en blanco por semejante tontería.

 -          Ten cuidado.

-          Que si…

-          Y no te juntes mucho con esas… chusmas.

 Sonrío fríamente y salgo de casa dando un portazo. Eso le ha jodido, lo sé. Pero me da igual si luego me espera una regañina, ya que lo máximo que hace es hablarme de la educación, algo que me resbala por completo.

Saco el móvil y conecto los auriculares. A continuación escucho música, algo de Green Day o Linkin Park no viene mal. Aligero el paso al ver que la hora se me viene encima. Si me dejasen sacar el carné de la moto…

‘’Summer has come and passed

The innocent can never last

Wake me up when September ends’’.

Sonrío. Amo esta canción de Green Day. Se puede decir que vivo enamorada de ella desde hace muchísimos años.

Llego al instituto y con un pequeño suspiro apago la música y el móvil. Pero sonrío al ver a Paula, mi mejor amiga desde pequeña.

 -          ¡Pauleta!

 Paula habla con Rodric, con el que creo que tiene… algo. No sé el que, pero tiene algo.

No se entera, por lo que decido pasar y dejarles solo. Quizás uno de los dos se lance y tengamos nueva pareja.

Mi clase esta en la planta baja del insti, por lo que en cuestión de segundos ya estoy entrando en clase. El profesor no ha llegado y mis compañeros no paran de hacer tonterías y gritar.

-          Saray.

-          Kevin.

Kevin se podría decir que es mi otro mejor amigo, aunque tan solo nos conocemos desde hace tres años. Es rubio y alto, pero mono de cara. Él se sienta detrás de mi y Paula, al lado de Robert, con el que no me llevo muy bien por culpa de nuestros familiares, que nos pusieron en contra.

 -          ¿Preparada para lo de hoy?

 Le miro extrañada y este ríe a más no poder.

 -          ¿Lo de hoy? ¿Qué pasa?

-          ¡Ahhhhh! Ahora es sorpresa.

-          No tío, que mierdas…

-          ¡Paula! ¡Paulita! ¡Pauleta! – Kevin me interrumpe mirando a Paula.

Esta se sienta a mi lado con una pequeña sonrisa en los labios. La miro. Me mira. Nos entendemos así, sin decir nada. Kevin en cambio resopla un ‘’chicas, como no’’.

 -          ¿Nueva pareja? – susurró para que solo me oiga ella.

-          No se. Solo fue un beso.

No te alejes de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora