Capítulo 6.

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- ¡¡Saray!!

Paula corre hacia a mi y me abraza con nerviosismo. Entiendo porque está así, pero tampoco ha sido para tanto.

- Saray, de verdad que lo siento, yo no…

- Tranquila, mira – le devuelvo el móvil procurando que ningún profesor pase por el pasillo. Estamos en el instituto.

Mi amiga, en vez de suspirar aliviada, me mira a los ojos con miedo. Parece más nerviosa que antes.

- ¡Era un estúpido móvil! ¡No era para que tuvieras que hacer… eso!

- Al principio tenía mucho miedo, pero el chaval no hizo nada malo.

- Pero… ¡Has follado con el a cambio del móvil! ¡¿Cómo puedes estar tan tranquila?!

Doy un paso atrás a causa de su comentario. ¡¿Follar con el?! 

- ¡Pero si solo me hizo devolverle las llaves de la moto y el tabaco!

- No tía, cuando me lo robó, dijo que… - me miro a los ojos y se quedó boquiabierta – Hijo de puta, que me ha engañado.

No puedo evitar reír por la cara de confusión de Paula. Ella sigue sin poder creerse lo que Mikel ha hecho. Luego resopla y sonríe un poco, al darse cuenta de que no me ha pasado nada malo. 

- ¿Entonces todo bien?

- Perfecto – sentencio sonriendo.

* * *

Nada más llegar a casa, tiro todas las cosas del instituto al suelo. Ni siquiera voy a comer, puesto que no me da tiempo de nada. He quedado con Jordi. Puede que le de otra oportunidad, o le deje definitivamente. Paula no sabe nada de esto, me mataría al instante de enterarse. Le tiene una especie de odio desde nuestra primera pelea. 

- ¡Papá he quedado con Jordi! – exclamo.. 

- Si es con el, puedes salir. Diviértete.

Sonrío. Mi padre y Jordi se llevan muy bien. Es el yerno perfecto, según el. Algo que yo no veo bien del todo. 

Hemos quedado en que yo voy a su casa y ya el me lleva en coche donde fuera. No quiere que dañen su apreciado Lamborghini, así que lo mejor es que su novia se la juegue y vaya andando a su casa.

Al llegar, corre hacia mí y me abraza con fuerza, aplastándome los huesos. No nos vemos desde el viernes, y por supuesto, espero una disculpa. Sé que no lo hará.

- Has tardado un poco – dice arrastrando las palabras.

- ¿Qué esperabas? He ido desde mi casa andando.

- Bueno, al menos haces ejercicio.

Ríe y entra en el coche. Intento no tomarme lo del ejercicio de mala manera.

* * *

- Bonito lugar – sonrío tomándole la mano. 

Caminamos en silencio. Siempre nos pasa lo mismo, no sabemos que decir. Cuando tengo confianza con una persona, nunca paro de hablar, y se supone que con el debo tenerla. Pero parece ser que la poca que teníamos, se ha perdido del todo.

No sé cuanto tiempo llevamos dando vueltas como dos tontos, pero finalmente hemos acabado sentados en la hierba de un pequeño parque que hemos encontrado.

Le miro, pero él no me mira a mí, está entornando los ojos a un punto fijo. Dirijo la mirada a ese punto y resoplo. ¿Me persigue?

- Ese tío no es…

- Si, pero da igual.

- Ni hablar. Me dejo en ridículo y a ti te robó.

Se levanta del suelo y voy detrás de el. Le agarro del brazo, tirándole hacia a mi. Se desprende con facilidad y sigue caminando. 

- ¡Jordi! ¡No, joder!

Hace oídos sordos. Mikel nos mira un poco aturdido hasta que se da cuenta de la situación. Se encara a Jordi con una sonrisa burlona. 

- Eh, tu, gilipollas – escupe Jordi con los puños apretados.

- ¿Algún problema?

- Tenemos un asunto pendiente.

Estoy detrás de Jordi mordiéndome las uñas. Van a llegar a los puños, estoy completamente segura. 

- Puuuues… no me acuerdo.

- No te hagas el gracioso y devuelve la cámara a mi novia – al escuchar lo último hago una mueca.

- A ella le quedó muy claro que no pienso devolvérsela – se encoge de hombros.

- ¿Tienes neuronas, capullo? ¡Le robas la cámara a una niña indefensa!

Voy a contestar a eso de niña, aunque la pelea no vaya conmigo, pero Mikel se adelanta.

- ¡Tú la dejaste tirada en medio de la carretera! ¡Eso es tener poca neurona! ¡Menuda relación más mierda que lleváis!

Entonces pasa. Jordi hace ademán de tirarse sobre Mikel, pero le agarro por los hombros mientras que unos tíos le sostienen. Mikel es agarrado por sus amigos, y hace fuerza para ir hacia Jordi.

- ¡¡Te voy a matar hijo de puta!! – grita Jordi con furia.

- ¡¿Tú y cuántos más?!

Ambos hacen fuerza de soltarse, pero agarro más a Jordi.

- ¡Parar ya, joder! – suplico.

- ¡No hables de mi novia y nuestra relación cuando no sabes nada!

- ¡¿Qué no se nada?! ¡La dejaste por la noche, sola en una carretera! ¡Le podrían haber hecho de todo! Venga vamos, ¿Le has pedido perdón? ¡Cuídala, hostia!

No he parado de mirar a Mikel mientras decía todo eso. En un momento dado dirigió la vista hacia mí. No la aparté, todo lo que decía era con razón. 

- Jordi, para de hacer fuerzas… por favor – digo finalmente.

- Paso de pelearme con idiotas – farfulla. 

Me agarra del  brazo con demasiada fuerza y me aleja de allí. Giro la cabeza para ver por última vez a Mikel, el cuál está más relajado. Me guiña el ojo y me ruborizó levemente.

- ¿Qué se cree ese chaval? – Jordi discute consigo mismo.

- Espera, espera…

Le hago parar y le miro a los ojos. El me devuelve la mirada, pero se le ve muy cabreado. Me da miedo, mucho más que cuando Mikel me persiguió.

- Quiero… cortar.

Nos quedamos en más silencio. Analiza aquellas dos palabras, ‘’quiero’’ y ‘’cortar’’.

- Te ha comido la cabeza.

- No, quería desde hace tiempo. Pero ¿sabes? Mikel lleva razón, fuiste un cabrón al dejarme allí y ni siquiera te has disculpado.

- Vaya, te sabes hasta su nombre.

- ¡Joder! ¡¿Tan solo sacas eso de lo que te he dicho?! ¡¿Su estúpido nombre?!

Jordi suspira, se le ve más cabreado que antes.

- No sabes lo que dices, Saray.

- Oh, no me vengas con esas mierdas.

- ¡¡Eres una cría!! ¡Te han comido la cabeza!

- ¡Tengo 16 años, sé perfectamente lo que digo y hago!

Ahora la cabreada soy yo. Gritamos en medio de la calle y las personas que pasan nos miran con curiosidad. Pero me da igual.

- Muy bien, corta. Si quieras quedarte sola, hazlo.

- Gracias por comprender.

Y sin más, le dejo allí. Mirando como me alejo de el, analizando que ya nada volverá a ser lo mismo. Dándose cuenta de que me ha perdido. 

No te alejes de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora