Prólogo

7.4K 449 26
                                    

9 años atrás

Derek entro en la casa y fue directo a su habitación, ignorando el saludo de su madre. Cerro la puerta detrás de si, y enseguida arrojo su mochila sobre una de la sillas, paso siguiente se tiro sobre la cama, frustrado.

Se quedo en esa misma posición durante horas quizás, hasta que su madre entro, con un leve toqueteo en la puerta.

—Te traje la cena—dijo, su voz era suave, la oyó caminar hasta quedar a su lado, dejando el plato sobre la mesita de luz, ella se sentó en el borde de la cama.

Derek sintió el peso como un leve movimiento, no se movió para mirarla tampoco, siguió con su vista clavada en un punto fijo en el suelo.

—¿Quieres contarme lo que sucedió?—pregunto ella, no presiono, sabia que si lo hacia lo único que haría Derek era cerrarse aun más.

El tardo igual un momento en contestar, sintiendo la consoladora mano de su madre masajearle la espalda.

—Hay una chica—conefso suspirando—su nombre es Paige…

Su madre se mantuvo en silencio, dejándole hablar. Su madre siempre parecía saber cuando debía de intervenir o no, quizás eso es lo que la hacia la mejor Alfa, y aquella a la que todos los Alfas de las manadas le iban a pedir consejos.

—Yo…es raro—intento explicarle a su madre lo que sentia—sabes que aun no se controlarme en la luna llena, o mi ira….pero cuando ella aparece…es como si me enfocara.

—¿Y que te preocupa?—le pregunto su madre, intentando aun hallar la raíz del problema.

Derek volvió a suspirar

—Tengo miedo de hacerle daño—le confeso—se que si ella se entera de lo que soy, acabare perdiendola…y  aun no he…ya sabes…

Su madre frunció el ceño

—¿Le has confesado tus sentimientos?—termino la oración por el

Maldición.

A veces creía que su madre era una adivina o algo por el estilo, ¿eso existe siquiera?

Quería negarlo, decirle que no tenia sentimientos por Paige, como le había dicho a todos sus amigos. Pero nunca le había podido mentir a su madre.

¿Cómo no estar enamorado de su sonrisa? ¿De la forma en la que su mirada se volvía risueña cuando comenzaba a tocar el violonchelo?

El lunar que se depositaba bajo su ojo izquierdo, la forma en la que sus dedos se deslizaban por su cabello.

Sonaba igual que esas películas que su hermana Laura veía, las que parecía que los protagonistas vomitaban arcoiris y mariposas. ¿Realmente se había vuelto así de patético?

Nunca había tenido problemas con las chicas, era un jugador del equipo y sabia que era atractivo, era más fuerte, más  rápido y tenia una mejor audición que el resto.

Aun así, cuando había visto a Paige por primera vez, todo su mundo se había puesto de cabezas. Hasta que solo había podido escuchar la suave melodía que salia del estudio de música.

Hasta que solo pudo oler el suave aroma a gardenias que desprendía.

—Derek…- dijo su madre, y entonces se dio cuenta de que no le había respondido a la pregunta, simplemente se había quedado callado como un idiota—el amor es una cosa realmente complicada. Créeme, lo es. Y el primer amor aun más, es aquel que te volverá loco, te romperá el corazón y te lo volverá a armar. Pero piensa esto, el primer amor, es el más importante, es aquel que recordaras por siempre…¿No quieres recordar a esta chica, Paige, para siempre?

El se quedo en silencio, pensativo

—Traela a casa—dijo su madre—me encantaría conocerla.

Dicho eso, salio de la habitación, dejándole sumido en sus pensamientos.

Quien diría, quizás si no se hubiera dejado convencer por su madre, quizás si no hubiera escuchado a Peter…quizás todo habría sido diferente.

No habrían gritos de dolor, no agonía, no la sangre de Paige manchando sus manos, no su dolor palpable como el papel.

“Derek…por favor” no hubiera sentido la fragilidad de sus huesos mientras los quebraba como si de ramas se tratasen Te quiero, Derek Hale

……………..

Actualidad

Derek despertó de golpe, bañado en sudor se sentó en la cama, con la respiración acelerada.

Mirando alrededor se dio cuenta de que había vuelto a tener la misma pesadilla, las últimas noches habían sido igual.

Limpiándose el rostro, aparto el sudor y se levanto, sabia que no podría volver a dormir y también sabia que aun quedaban unas cuantas horas antes de que el sol saliese.

El loft se encontraba en completo silencio, aun así si prestaba la suficiente atención, podía oír los ronquidos de  Isaac unas cuantas puertas hacia la derecha.

Luego de que la policía hubiera descubierto el maltrato realizado por su padre, este se había ido de la casa y Derek le había dado asilo en la suya. Dado que era un miembro de su manada, era lo mínimo que podía hacer.

El era el único de los tres chicos convertidos que se estaba quedando con el, ese pensamiento hizo que una punzada de dolor golpeara su pecho.

Érica había sido encontrada muerta semanas atrás, aparentemente y según Stiles había podido descubrir, había un asesino en serie en la ciudad, primero había comenzado asesinando discretamente. Casi indetectable, hasta que se empezaron a descubrir los cadáveres.

Aun podía sentir las mismas sensaciones que tuvo cuando la encontraron, todos se habían puesto en plan de búsqueda, y había resultado con todos corriendo detrás del grito de Lydia. La pequeña chica pelliroja que tenia una conexión con su familia que ninguno de los dos entendía.

Stiles había llamado enseguida a sus padres, y no le quedo duda, a pesar de que no había podido moverse en ese instante.

Érica estaba muerta.

Y había sido su culpa, Scott había tenido razón. ¿Cómo había traído  a tres chicos a este mundo sobrenatural sin preparación alguna?

Sabia que había sido una locura, pero crea que podía prepararlos a tiempo…había sido un insulso y arrogante.

Scott había sido un caso especial, el chico había logrado sobrevivir, porque el tenia algo que el resto no.

Verdadero Alfa, recordó como su madre había mencionado eso en una ocasión, apenas le había prestado atención pero ahora lo sabia.

Scott McCall tarde o temprano reclamaría algo que le pertenecía por derecho propio, algo que estuvo marcado a el por las estrellas, desde el momento de su nacimiento.

El seria un Alfa, y por alguna extraña razón, Derek quería que ese día llegase de una vez por todas.

Aparto sus pensamientos mientras se detenía y apoyaba ambas manos sobre el escritorio que se hallaba frente al enorme ventanal. Su mente era un caos, pensó, y no hacia más que empeorar.

Creia que tenia todo bajo control, peor no era así, no sabia como controlar a Boyd, quien estaba cada vez más en descontrol. No sabia como enfrentarse a Lydia, cuando ella le hace preguntas sobre su pasado y no puede enfrentarse a Stiles cuando este le pregunta si había algo que les escondía.

El chico era demasiado listo para su propio bien.

Pero no lo entenderían, ni Scott, Ni Lydia, ni Stiles, ni Allison. Ninguno entendería que el secreto que escondía era por el bien de todos….porque si ellos lo descubrian…cundiria el pánico.

Y el no dejaría que eso sucediera.

Confía | Teen Wolf #4|Where stories live. Discover now