Confía | Teen Wolf #4|

Capitulo VII: El Oscuro

La veterinaria se encontraba en silencio, los chicos se encontraban en el lugar que les habían visitado múltiples veces a lo largo de ese año.

Deaton estaba pulcramente apoyado sobre la mesa, mientas miraba con serenidad a los recién llegados.

— ¿Hubo una nueva victima? —pregunto el—. ¿Quién?

Scott fue el primero que hablo, contándole sobre Harris su profesor, el cual todos odiaban, hasta el mensaje críptico que este había dejado.

—Darach... —pronuncio el las palabras, no había temor en sus ojos, pero un escalofrió recorrió a todos los de la sala mientras pronunciaba la palabra.

— ¿Sabes que es? —pregunto Lydia dando un paso al frente, vacilante.

Deaton asintió, antes de colocarse la mano en la barbilla pensativo. Inclinando un poco la cabeza, como si estuviera oyendo algo, ninguno se atrevió a pronunciar palabra.

Finalmente, luego de unos minutos, este volvió a la realidad y les miro.

— ¿Por qué no nos lo dices? —Pregunto Scott—. Se que lo sospechabas, no pareces sorprendido.

Deaton seguía en silencio, tanto que estaba agotando la paciencia de Derek, quien se aproximo.

—Mira, me importa muy poco  lo que estés tratante de evitar, pero ya varias chicas han muerto, así que ¿por qué no nos dices de que va todo esto?

Este no parecía intimidado, aun así, Scott empujo levemente a Derek detrás. Lo que menos quería es que este matara a Deaton antes de que les digiera algo.

—Tal vez porque he pasado mis últimos años tratando de apartarme de ello —les dijo, por primera vez hablando— Negarlo, mentir sobre ello. Se vuelve un hábito muy poderoso.

—Entonces, ¿es un druida? —pregunto Lydia, Deaton negó.

—No —junto ambas manos frente a el—. Es alguien que esta copiando una practica de un pueblo que tiene siglos de antigüedad. ¿Saben lo que significa la palabra "Druida" en gaélico?

Todos negaron, hasta que Lydia hablo

—Roble sabio —no era sorprendente que la chica pellirroja lo supiera. Había muy pocas cosas que Lydia no sabia.

—Los druidas celtas eran cercanos a la naturaleza —comenzó a explicarles Deaton con voz pausada y metódica—. Ellos creían en el equilibrio, no eran asesinos.

Frunciendo el ceño, Stiles hablo

—Pero este lo es, ¿Qué le hizo cambiar? —Al ver que no respondía cambio de táctica— sabes, podría cualquier cosa sernos de ayuda.

Deaton no contesto, abriendo uno de los cajones y sacando un viejo libro que dejo sobre la mesa. Rápidamente se aproximaron a mirarlo.

Era grande, de cuero marrón, las hojas se notaban amarillentas por la edad, y las letras no estaban escritas, sino dibujadas. Como si fuera alguna clase de diario.

Deaton pasó la mano sobre este ceremonialmente, como si estuviera frente a algo de inmenso valor.

Abriéndolo, encontró la página que buscaba, volteándolo hacia ellos

—Cada agrupación de tres, tiene su propio fin —les explico mostrándoles un dibujo que se encontraba allí— su propio poder.

—Guerreros —leyó Derek— ¿Soldados?

Deaton asintió

—Como Harris —dijo Lydia— tiene una imagen del vestido con un traje de soldado. Lo vi cuando revisaba sus cosas.