Capitulo XI: La oscuridad

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Lydia abrió los ojos y se saco las manos que tapaban sus oídos, mirando alrededor. Ya no estaba Peter ni la pequeña Lydia frente a ella.

Tampoco se encontraba en la misma habitación, esta era otra, distinta, había una cama en medio de ella, las ventanas estaban abiertas y el  viento movía las cortinas.

El aire olía diferente, una extraña mezcla dulce que le produjo nauseas. Con su corta experiencia, se dio rápidamente cuenta de lo que ese olor era…sangre.

Miro alrededor, esperando encontrar un cadáver, pero no había nada.  Sin embargo, escucho un ruido fuera, en el pasillo.

Sin vacilar, y dándose cuenta de que realmente no podían verla, salió.

Y allí comenzó el terror.

El pasillo parecía sacado de una película de horror, sangre manchaba las paredes, de una manera salvaje, casi bestial.

Los cuerpos se amontonaban en los costados, gargantas desgarradas, carne destrozada, miradas vacías. Por un momento tuvo que taparse la boca debido a las ganas que tuvo de vomitar. Era la escena más aterradora que había visto jamás.

—Lydia, Lydia, Lydia —escucho una voz arrastrándose por su espalda—. No es divertido jugar al gato y el ratón, si el ratón se esconde

Lydia se volteo, viendo a un Peter avanzar entre los cuerpos, le horrorizo lo que veía. Sus brazos estaban al completo bañados en sangre, sus ojos brillaban azulados, similares al hielo. Tenía el rostro diferente, no como el de Scott cuando cambiaba, sino más agudo.

— ¿Has descubierto mi enigma? —este siguió hablando, mientras abría una a una cada puerta del pasillo. Lydia sabia que eran solo momentos para que descubriera donde se escondía su versión pequeña —. Si aciertas, podría considerar dejarlos vivos.

Una de las puertas se abrió, Lydia quiso gritar que volviera a su escondite, pero no podía hacerlo, sabia que no la escucharía.

La pequeña Lydia tenía los ojos llorosos, y tenia el vestido también manchado con sangre. Su mirada estaba llena de terror, pero no se amínalo en su salida a enfrentarse a Peter.

— ¿Dejaras que se vayan? —pregunto ella, su voz era suave, casi un susurro

—Tu familia, mi familia —este contesto—. Todos los que alguna vez te importaron, los destruiré a todos, Lydia, uno por uno.

Esta retrocedió, negando

—¿Por qué?

—¿Qué será? ¿Qué es? Mientras más grande, menos se ve. —dijo este dando un paso cerca de ella

—¡No lo se! —le grito ella retrocediendo aun más.

—¿Qué será? ¿Qué es? Mientras más grande, menos se ve —grito Peter mientras se aproximaba cada vez más, de forma amenazante. La pequeña Lydia tropezó cayendo al suelo, miro alrededor, a las personas muertas, ahogando un grito, comenzó a empujarse hacia atrás.

—¡¿Qué es, Lydia?! —grito Peter, las venas se notaban en su cuello

Cuando lo tuvo a centímetros del rostro, ella respondió

—La oscuridad… la oscuridad

 ****

Malia se quedo en silencio, completamente sorprendida cuando las últimas palabras de Peter llegaron a sus oídos.

Confía | Teen Wolf #4|Where stories live. Discover now