Confía | Teen Wolf #4|

Capitulo IX: Asuntos delicados

Allison golpeo la puerta, la puerta de la última persona que la llamaría a esas horas de la mañana. Faltaban tres horas antes de que fueran al instituto, aun así, Lydia la había llamado diciéndole que necesitaba su ayuda.

La puerta se abrió, revelándola, tenia el pelo atado en una coleta y no tenia maquillaje en el rostro, pocas veces la había visto así.

—¿Estas bien?  —se vio obligada a preguntar, fue casi por instinto, estaba realmente preocupada por ella. No era la única que había notado su cambio desde que descubrieran que Peter estaba vivo.

—Solo entra  —dijo esta. Allison suspiro, claramente no era para una reunión de amigas. Aun tenía esa esperanza de que Lydia la perdonara. Más allá de cuando esta había afirmado su odio.

Dando un paso al interior, Allison respiro profundo. Había estado más de una vez en la casa Martin, Lydia la había invitado múltiples veces.

Hacia ya un tiempo que no había pisado su interior, pero todo estaba tal lo recordaba.

—Y bien… —dijo—.  ¿Por qué me has llamado?

—Claramente necesito de tu ayuda — el sarcasmo chorreaba por su voz—. Pero no aquí, vamos a mi habitación.

Allison la siguió escalera arriba, mientras abría una de las habitaciones y le indicaba que entrara.

—¿Tu madre no esta trabajando?  —pregunto ella confundida

—Si, lo esta —se limito a contestar Lydia—. Mira, eres la última persona a la que abría llamado. Incluso considere pedírselo a Malia, pero…no confío nada en ella, su lealtad es para Scott…y no quiero que el lo sepa.

—¿Y por qué confías en mi? —pregunto entonces Allison, con un astibo de esperanza.

Se detuvo frente a la cama antes de mirarla. Lydia se encogió de hombros.

—No lo hago, pero como intentas a toda costa ganarte mi amistad de nuevo…aquí hay una prueba de tu confianza —admitió ella, Lydia tenia esa clase de sinceridad que podía golpearte en el estomago con un bate—. Ni Scott, ni Stiles me dejarían hacer esto, pero necesito a alguien que me controle, que sepa lo que sucede en el exterior.

—Lydia, no estoy entendiendo que sucede —interrumpió Allison el monologo de ella.

Lydia no respondió en una primera instancia, se limito a caminar hacia su tocador y sacar con un pañuelo algo en el interior.

Allison vio resplandecer a la luz del sol un colgante dorado, y frunció el ceño. Era hermoso, tenia que admitirlo, aun así, no pudo evitar sentir un escalofrió recorriendo su cuerpo.

Es como si algo maligno estuviera relacionado con el, apartando la vista, se froto involuntariamente los brazos.

—¿Ese es el collar? —había oído lo que había hablado con Scott. El collar que estaba relacionado con su pasado, simplemente no había esperado verlo—. Pensé que estaba en Eichen House, ¿cómo lo encontraste?

Lydia abrió la boca para luego cerrarla, siguió caminando hasta dejar el collar sobre la cama.

—Derek —mintió—.  Lo trajo cuando se le dio por investigarme.

Allison pareció aceptar la mentira porque su vista volvió a centrarse en el artilugio. Lydia comenzó a sentir su mano quemarse ante la separación que impedía tocarle, había estado tentada toda la noche a tocarlo, desde que lo había recibido. Pero no podía quedar nuevamente vulnerable, no como cuando la atacaron la última vez.

—Mira, la última vez que toque el collar algo sucedió —le conto Lydia a Allison, ella asintió, reticente—. No lo he tocado desde que P…Derek me lo trajo, y necesito saber…necesito saber si  puede ayudarme a descubrir la verdad ¿bien?