Confía | Teen Wolf #4|

Capitulo I: Se acerca el invierno

La escuela secundaria de Beacon Hills había vuelto a la normalidad luego delos acontecimientos de semanas atrás. El nombre de Érica lentamente se había desvanecido, y apenas era un recuerdo en la mente de algunos estudiantes.

Y es que en lo único que había destacado era en haber conseguido que su vídeo de cómo convulsionaba luego de un ataque se hiciera viral por todo el mundo. Más allá de que en las ultimas semanas, antes de su muerte, había logrado cierta popularidad, Lydia bien sabia que no habían amigos de verdad en esas esferas.

Claro que existía la apariencia, y con sarcasmo, pensaba como la suya se había elevado hasta grados insospechados, no había ningún estudiante que no le haya dado las condolencias por la muerte de Jackson, aun cuando siquiera era su mujer y menos su novia.

No era mentira. Nadie parecía haber descubierto que ellos habían roto antes de su muerte, y ella lo mantendría así.

Se apretó el abrigo a su alrededor cuando una nueva rafaja de frió recorrió su cuerpo, el invierno se acercaba y eso solo advertía que quedaba cada vez menos de clase.

Dentro de poco entraría en su último año de secundaria y pronto partiría rumbo a la universidad.

Universidad….parecía algo tan lejano.

No se había detenido a pensar en eso desde que había salido de Eichen House. Se había centrado tanto en desvelar el secreto detrás de las voces, luego escapar de nuevo de Eichen House, sufrir la perdida de Jackson, que no se dio cuenta de que aun tenia un futuro, y que no se detendría por ella.

Así que se había enfrascado en ponerse al día con todas sus materias y ahora volvía a ser la misma chica que siempre había sido, con excelentes notas, popular, y siempre luciendo bien.

Lo que no quería admitir; ni siquiera a Scott; que era eso lo que la mantenía cuerda. No se había dejado arrastrar a la oscuridad por esa razón, al fingir que era normal, una chica más, podía simplemente centrarse en algo que no fuera la muerte y la sangre que se habían desperdigado por todo Beacon Hills desde su llegada.

—Pareces en tu mundo—ella miro a un lado a Malia, quien caminaba junto a ella.

Lydia suspiro, no era que la ignorara, bueno, quizás un poco. Desde que Malia y Stiles habían comenzado a salir, se le había vuelto sumamente difícil fingir que no le importaba como esta le contaba cada acosa que hacían.

<<Stiles me beso anoche>> <<Estuvimos a punto de hacerlo con Stiles>> <<¿Por qué aun no lo he hecho con Stiles?>> ¿Enserio creía que le importaba saber eso? ¿No veía que no quería saberlo?

Scott la había acusado de ser transparente en cuanto a sus sentimientos, ¿Por qué Malia no se daba cuenta de eso?

Quizás lo más difícil de verles juntos, era saber que en un tiempo, Malia habría podido ser ella. Pero ya no.

Nunca más.

—Lo siento—se disculpo—estoy pensando en la prueba que tenemos hoy.

Era una excusa terrible  y lo sabia, y también sabia que Malia no se lo había tragado. Pero la llegada de Scott y Stiles les interrumpió.

Tuvo que ver como este deslizaba su brazo alrededor de la cintura y la besaba, fingió lo mejor que pudo que no le afectaba, aun así, vio la mirada de lastima de Scott.

—¿Has visto a Allison?—pregunto este.

Ella negó, Scott había sido el primero en perdonar a Allison, finalmente convenciendo a Stiles de que lo hiciera. Y últimamente la había estado presionando para que tuviera esa charla que había evitado durante semanas.

Sabia que había tenido sus motivos, solo que aun dolía bastante. Allison había sido su única amiga chica de verdad, sabia todo sobre ella, bueno, quizás no todo. Pero  la había dejado entrar, y no esperaba esa traición. No esperaba que por su culpa terminara en el lugar que más odiaba.

Eichen House.

Y hablando de allí, ella tenia que regresar, por más que odiara la idea. Brunski aun tenia el colgante, y mientras el lo tuviera, esa parte de su pasado seguiría oculta.

—Y volviste a quedarte en las nubes—ella parpadeo para centrar su vista en Malia, quien nuevamente le estaba hablando. Aparentemente habían terminado de meter sus lenguas con Stiles hasta la garganta del otro.

Mentalmente puso cara de asco, había sido una horrible analogía.

—¿Han oído los rumores?—dijo Scott, volviendo a salvarle de hacer un comentario completamente fuera de lugar.

—¿Qué rumores?—pregunto Stiles

—La chica nueva, Kira—continuo este—es hija del nuevo profesor de historia, y ¿Saben porque tenemos un nuevo profesor de historia los últimos meses de clase?

Todos se quedaron en silencio

—¿Hubo otro asesinato?—dijo Lydia, negó—es imposible, lo habría sentido.

Scott negó

—No, se fue de la ciudad de repente…aparentemente la policía cree que el asesino podría volver a atacar a un profesor…luego de lo de Érica…

Asintieron

—¿Tu padre  ha descubierto algo?—pregunto Lydia a Stiles

El negó

—El y Parrish están todo el tiempo dentro de la oficina…no logro sacarle nada…—confeso, parecía abatido

—Solo hay que tener cuidado—dijo Scott—  Que sea un asesino, no significa que sea sobrenatural.

—Scott, le gano en una pelea a Érica—dijo Stiles, intentando hacerle entender.

Lydia negó

—Scott tiene razón, es fácil vencer a alguien cuando esta distraido…solo…ya pasamos suficiente ¿de acuerdo? Simplemente dejémoslo ir.

Dicho eso el timbre sonó, despidiéndose con un movimiento de cabeza, partió a su primera clase.

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En medio del bosque de Beacon Hills las luces de policía irrumpieron. Una chica se encontraba abrazando sus rodillas, el temor coloreando su mirada.

El sheriff Stilinski se abrió paso entre los agentes que revisaban la escena.

—¿Cuál es tu nombre?—se agacho hasta quedar al nivel de la chica, se veía seriamente conmocionada.

Como si hubiera visto los ojos del diablo.

—Ca…Caitlin—logro decir

El sheriff asintió

—¿Quieres decirme que sucedió?

—Estabamos…con mi novia—comenzo esta—pasamos la noche aquí…en mitad de la noche recibió una llamada, dijo que era de su madre y salio. Seguí durmiendo…pero cuando me desperté ya no estaba…

El sheriff miro detrás de el a Parrish, quien se encontraba mirando la escena. Este asintió.

—Un agente vendrá a tomar tu declaración ¿bien?—La chica asintió—Encontraremos a Emily.

Se levanto, pero una mano la detuvo.

—No cree…que tenga nada que ver con las otras muertes ¿cierto?

El dudo

—No hay nada seguro.

Se dio la vuelta y camino a Parrish

—¿Qué cree?—le pregunto este al llegar a su lado

—Desaparecen y  en menos de un día son encontrados muertos—dijo el sheriff haciendo una mueca—realmente espero que Emily no sea una de ellas.

Parrish asintió

—Tengo un mal presentimiento

—Yo también, Parrish, yo también