Capítulo 2: PlanetFem

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Voy determinado hasta las instalaciones de PlanetFem, la empresa central que se encarga de toda está mamarrachada para los jefes de HimnoVida. Las puertas se abren solas, ya que el sensor registra mi identidad rápido, incluso la máquina me da la bienvenida y me agradece. Parece un lugar agradable, pero eso no evitará que grite todas mis verdades. Me acerco a la recepción con prepotencia y la robot que atiende hasta me quiere ofrecer algo de beber. Tanta hospitalidad me hace sentir raro.

—Mil disculpas por hacerte esperar. —Llega un hombre canoso hasta mí y yo intento pararme del asiento que me ofrecieron, pero me detiene—. No hace falta, tome su té tranquilo.

—¿Y usted es? —Enarco una ceja.

—Gerente general, Valtec, un placer. —Estrecha su mano conmigo y luego al sentarse en la nada, una silla sale del suelo para que él pueda continuar su conversación—. Me alegra que hayas aceptado nuestra invitación.

—Escuche señor, no le quiero quitar su tiempo, así que iré al punto, no me quiero convertir en mujer, estoy cansado de que me quieran meter en su iniciativa.

Él alza una mano y un robot le da una pantalla, pequeña y cuadrada, en la cual se pone a revisar mis datos.

—¡Ah, sí! —Hace una pausa—. Mil disculpas, Elier. —Me sorprendo cuando al fin alguien me llama por el nombre que estoy tramitando—. Siento mucho estos atropellos, pero es que eres muy importante para nosotros.

—Sí, sí, ya sé, estoy endeudado —digo sin mucha gana.

Se ríe.

—No es por eso, lo que ocurre pasa más por un tema de ADN, es muy difícil encontrar metabolismos como el tuyo. Verás, nuestra iniciativa de castración no es solamente una operación, es un proyecto que se viene trabajando por años.

—Sí, pero a mí no me interesa, yo...

—Escucha —me interrumpe—. Te hablaré como científico y no como el ejecutivo que ahora soy. Las mujeres se mueren por un virus letal que ataca al útero, pero con la tecnología alienígena que venimos recolectando, podemos pasar de convertir a un hombre en mujer en varios pasos. Son muchos y bastante efectivos. Esto no es una operación, es una transición de hormonas extraterrestres, podemos mover incluso las moléculas para que todo sea perfecto, sin embargo para que ocurra esto, necesitamos cuerpos como el tuyo, tienes todas las cualidades para que tu físico no rechace el genoma. Eres inventor, seguro entiendes de lo que hablo.

—Sí, pero...

Me interrumpe y agarra mis manos.

—Ayúdame, Elier, ayúdanos a que este mundo no nos prive de la belleza femenina.

Alejo mis dedos.

—Disculpe, pero no voy a sacrificar mi identidad por su causa, seguro hay muchos transgéneros que estarían encantados con eso.

—Es cierto, lo hay e intentamos que se unan, pero a veces su ADN no es compatible con las hormonas extraterrestres y debemos desistir. Lamentablemente solo pocos como tú tienen tan buena compatibilidad, no hay riesgos para tu cuerpo. Es más, puedes volver a ser hombre en cuanto lo desees.

Enarco una ceja.

—¿Qué?

—Seguro tu mentor, Caravajal, te habrá hablado del año de prueba. No es solo una prueba y te quedas siendo mujer, no, para nada, todo vuelve a la normalidad. Hasta hay una seguidilla de terapia para cuidar la salud mental de nuestros usuarios. Te prometo que no solamente te librarás de tus deudas, serás una persona nueva, llena de oportunidades, podrás incluso pagar todos tus inventos. En el año de prueba y luego de habernos dejado. Nada más tienes que firmar, entonces nosotros nos encargamos de todo. Tendrás una vida arreglada.

AsunsethWhere stories live. Discover now