Capítulo 9: Besar a Leviatán

108 12 3
                                    

Llego a la casa en la que se hospeda Keller y me titila el ojo cuando el robot portero me escanea y me dice Erin. Ahora hasta los robots me tratan de mujer, qué irritante. Me da el acceso permitido, entonces entro para dirigirme al living. Visualizo una situación algo extraña cuando veo a un castaño muy cerca de la boca de Keller, el cual luego se percata de mi presencia y me mira de una forma para nada apropiada.

—Así que eres Erin —dice tranquilo el muchacho relajado.

—Sí —expreso sin ganas, cansado de corregir a las personas.

¿Por eso te lavan el cerebro, no? Te ganan por cansancio.

—Un placer, soy Leviatán, el coordinador de Selineth. —Se levanta del sillón y se me aproxima—. Pero puedes decirme Lev. —Mueve las cejas.

—Eh, hum, okey —murmuro nervioso.

—Te noto un poco inquieta, ¿quieres un masaje?

—Un... ¿masaje?

—Sí, aparte de coordinador, soy buen masajista. —Se relame los labios.

¿Por qué siento que todo lo que hace tiene connotación sexual?

—No, estoy bien, gracias. —Levanto las manos en señal de rendición.

Camina despacio alrededor de mí, así que bajo mis brazos muy lento y cuando ya está detrás, me sobresalto en el momento en que pone sus manos en mis hombros.

—Te ves muy tensa —susurra en mi oído y me agarra un escalofrío—. Es justo ahí, ¿cierto? —Mueve su dedo en mi espalda.

—Ay. —Hago un gesto confuso cuando siento que algo se acomoda, luego me sonrojo—. Sí, creo que sí.

—¡Qué alegría ser de ayuda! —expresa emocionado y hace un aplauso, luego camina hasta Keller. Da un pequeño saltito para sentar su culo en el sillón, entonces rodea a mi amigo con su brazo—. Me agrada Erin, me encanta que sean amigas —le expresa su opinión.

Keller sonríe.

—Y a mí —le contesta.

—Puedes dejar de tratarnos en femenino —decido insistir—. Gracias por mejorarme la contractura, pero no lo estás ayudando. —Frunzo el ceño—. Sabía que debí haber venido antes. —Bufo—. Encima en una hora tengo que tener una cita con Astro por culpa del maldito de Alekei. Qué martirio ese tipo exigente.

—Puedo desestructurarte mucho más que eso —expresa de repente el castaño, así que me sobresalto—. No te preocupes por Ali, es manejable. —Se ríe—. Cuando estamos en orgías, claro —agrega tranquilo y me quedo con la boca abierta.

—¿Podemos hablar un momento? —Agarro la mano de Keller y lo saco de allí, para escondernos en un cuarto—. ¡¿Qué es esto?! —chillo.

—Es mi coordinador —dice avergonzado el morocho.

—Por dios, un coordinador peor que el otro —opino.

Frunce el ceño.

—No compares a Lev con Alekei, él es... —Se sonroja y pone sus manos en las mejillas—. Es hermoso. —Suspira enamorado, luego bufa, bajando sus brazos—. Lástima que es un fiestero, se va con lo primero que encuentre, pero ya te habrás dado cuenta, ya que te coqueteó a la primera.

—¿Un coordinador puede hacer eso? —Enarco una ceja.

—No, va en contra de la política de la empresa, pero Lev es diferente. —Suspira—. Él solo piensa en mi bien.

AsunsethWhere stories live. Discover now