Capítulo 20: El ADN es el universo

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Converso con el Ilarium, me cuenta que se llama Seratt, yo le hablo sobre mi hijo, también charlamos del universo y el ADN, incluyendo la conexión con su compañera, además de que la muerte no es el final. Aprendo tantas cosas de él que me emociona, casi hasta me olvido que me encuentro en un calabozo.

Es muy reconfortante y tranquilizante.

Toda la calma se desvanece cuando se escuchan explosiones, hasta el piso se mueve, así que terminamos levantándonos del suelo. Veo venir a Astro, nuestras miradas se cruzan y noto su preocupación.

—¿Qué ocurre? —consulto con temor.

—Vinieron a buscarte.

Se oye otra explosión.

—¿Qué?

—¡Arriba! —Señala—. ¡Nos están atacando!

—Valtec. —Asimilo.

Un nuevo estallido se escucha y hay un enorme agujero en la celda de piedra. Veo como en los alrededores disparan para todos lados y la gente huye sin poderse detener.

—Debes irte —me dice el Ilarium.

—¡¿A dónde?! —Me alarmo.

—Te están buscando a ti, pero no pienso que él vaya a entregarte.

Miro a Astro.

—Me necesitaban como Asunseth, pero Asunseth nunca existió, hay que llegar a la superficie y aclararlo.

—Moriremos en el camino —responde el castaño.

—Ya estamos muriendo. —Observo la muerte en cada rincón.

—Los rebeldes se lo van a cobrar.

—Entonces PlanetFem caerá y nosotros debemos hacer nuestra parte —dictamino.

Un robot de ataque se acerca hasta nosotros, el Ilarium rompe su cadena y se pone adelante.

—El ADN es el universo, me uniré a mi amada en el firmamento —declara el extraterrestre y su mano se vuelve garra—. ¿Quieren adelantarse?

—Seratt.

—Solo estaba esperando mi destino —afirma.

El Ilarium salta sobre la maquinaria y chillo. Astro toma mi mano para correr mientras veo la desgarradora escena de su muerte. No puedo hacer nada, pero mis piernas no se mueven, así que mi amigo me sigue tironeando del brazo para avanzar.

—¡¡Seratt!! —vuelvo a gritar mientras mis lágrimas caen por la terrible impotencia que siento en todo mi ser.

Huimos y nos escondemos, evitando los enormes robots y los disparos. Bombas y más bombas destruyen el lugar. Todo es desolación en el subterráneo.

Astro abre una compuerta entre las rocas y un ascensor oculto se muestra ante nosotros. Entramos antes de que haya otra explosión, pues la hay, ya que luego de accionar la máquina, todo retumba por el siguiente estallido.

—El ascensor no resistirá si llega otra detonación —aclara mi amigo, observando hacia arriba—. Vamos, vamos —le insiste al aparato para que vaya más rápido y golpea los botones.

—Déjame a mí. —Me acerco y ajusto unos cables, entonces como es de esperarse en cualquier experimento mío, falla.

Tanta velocidad que la máquina junto con otra explosión nos expulsa demasiado rápido y salimos disparados. Nos damos varios golpes mientras rodamos dentro de ese cuadrado. Cuando todo se detiene al fin puedo respirar, aunque me duela todo. Rompemos la cúpula, entonces salimos del ascensor roto, que quedó muy lejos de donde debió frenar.

Visualizo a la Guarda Proyectual acercarse, pero quien llega primero es Alekei, el cual baja de su vehículo rápidamente.

—Señores, yo me encargo —declara interfiriendo, pero teniendo en cuenta su llegada repentina, su aparición me parece demasiado sospechosa.

No importa, tengo que hacer mi último acto de arrojo y desintegrar PlanetFem. Asunseth no existe y puedo demostrarlo. Observo mis manos, las venas del ADN brillan. La muerte de Seratt no será en vano, porque el ADN es el universo y ese siempre ha estado en mí. Ahora lo comprendo gracias a él.  

Tal y como sucedió con Linsday nos acercamos al final con una muerte, no falta nada para terminar, se viene algo potente para el destino de HimnoVida 🔥

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Tal y como sucedió con Linsday nos acercamos al final con una muerte, no falta nada para terminar, se viene algo potente para el destino de HimnoVida 🔥

Si no me equivoco, este es el capítulo más cortito del libro, es que estas escenas iban a ocurrir en el anterior, pero por cuestiones intuitivas de mi inspiración las dejé para este.

Ella ordena y yo obedezco 😂

Espero que estén disfrutando y sufriendo como yo ¡Cómo me cuesta escribir finales, ah! Jjajaj

Atte: Vivi.

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