Captadores ||terminada||

16

???

Tengo que hacer algo para sobrevivir.

No pueden saber que antes tuve contacto con el Rey, o si no mi cabeza será arrancada frente de todos.

Mi imagen debería estar muerta, más bien yo debería estarlo.

Si se enteran de lo que pasó el rey y yo estaríamos muertos.

Tenía la idea de aparecer como familia de sangre del Rey, para así poder acercarme a la reina y conseguir protección o inmunidad.

Eso tengo que hacer, acercarme a ella y luego tomar lo que debió ser mío.
Y precisamente no hablo del trono, o el poder.

Ahora estoy en un escondite, gracias al Rey.

Estoy en una "ático" es bastante espacioso.

Estos días he recibido visitas constantes, me trae todo lo que le pida.
Y no es para menos, hace años que no nos acercábamos.

Tengo planeado aparecer como sirvienta. Ya tengo la ropa lista.
Solo me falta estar en el momento indicado.

Es medio día, la reina no ha salido de la habitación, lo sé porque ando deambulando como empleada desde hace una hora.

Nadie me ha prestado atención, o eso creo, pero hasta ahora no me han reconocido.

He cambiado en estos años, por lo que es difícil reconocerme.

Ahora mismo me encuentro fuera de la habitación, con nervios toco la puerta, al parecer él la estaba regañando o algo así.

—su alteza, traje el almuerzo—me aclaro la garganta.

Se informó que ella comería en la habitación, así que aproveche esa oportunidad para acercarme.

—Adelante.

Paso inmediatamente, y para mi mala suerte está él.

Marlon.

No. No. No.

Joder no.

Le dije que no debía salir de ahí, maldita terca, joder, ¿¡cómo se le ocurre!?

—s-señora, aquí está la comida—le entrega la bandeja y agacha la cabeza.

—Dalia...—en el momento que lo digo, me arrepiento.

Van a empezar las preguntas.

—¿se conocen?—pregunta mi mujer.

—No.—contesto.

—sí.—dice dalia al mismo tiempo.

Que estúpida.

—¿Entonces es un sí?—no despega su mirada de mí, y me da miedo.

—Sí.—accedo con un suspiro y le mando una mirada a Dalia.

—¿podría saber yo, de donde se conocen?.

—Ella es...

—soy su prima, mucho gusto me llamo dalia.—se me adelanta.

—¿es tu prima?—pregunta y yo asiento.

—¿Y por qué tu prima trabaja de sirvienta?—está sospechando.

—Mi señora, yo le podría contestar su pregunta, lo que pasa es que yo hace un tiempo me salí de esta sociedad—me mira—y como sabe ahora tengo que andar prófuga, solo vengo a visitar a mi primo, por eso le suplico que esto no salga de aquí, es mi primo, casi como un hermano, por favor.—la veo arrodillarse ante Alexa, mientras que esta suaviza la mirada.

—Tranquila—le hace un gesto para que se levante—no tenía idea de que existías, pero comprendo que quieras ver a tu primo, así que por eso no te preocupes—luego me mira a mí—me hubieras dicho antes, los habría ayudado con mucho gusto.

—lo siento, no debí ocultarte nada...

—Bueno, ya pasó, ahora si me permiten, quiero disfrutar de mi comida.