Regreso a casa

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Después de varios días de lucha de vida o muerte en el bosque, los gemelos finalmente habían ganado una gran cantidad de experiencia en combate. Ahora se veían más decididos y nítidos, con un leve rastro de intención asesina asomándose en el brillo de sus ojos. No solo eso, sino que su cultivo también había avanzado significativamente, habiendo alcanzado el sexto nivel del reino mortal con una base bastante sólida. Era un gran avance en su cultivación, especialmente considerando que no hacía mucho tiempo eran mortales comunes y corrientes.

Li Hong er se sintió muy satisfecha con los logros de los gemelos. Sabía que esta experiencia en el bosque había sido invaluable para su crecimiento y desarrollo como guerreros y cultivadores. Ahora estaban mucho más preparados para enfrentar los desafíos que les esperaban por delante.

Después de unos días más de descanso y entrenamiento ligero, Li Hong er decidió que era hora de regresar. En unos días, partiría hacia la Academia para comenzar su entrenamiento formal, aunque sabía que la academia no ofrecía mucho para ella, ya que tenía a Cris con ella, quien llevaba algún tiempo cultivando en el cristal primordial y no se sabía hasta cuándo saldría de su retiro.

Los gemelos estaban emocionados y ansiosos por lo que estaba por venir, y estaban decididos a seguir mejorando y creciendo como guerreros y cultivadores.

Li Hong er les recordó que el camino que les esperaba no sería fácil, pero que estaban preparados para enfrentar cualquier desafío que se les presentara. Les recordó que siempre debían estar alerta y listos para luchar, ya que nunca sabían cuándo podrían encontrarse en peligro.

Los gemelos asintieron solemnemente, entendiendo la gravedad de lo que les esperaba. Se pusieron en marcha hacia la hacia la casa solariega. Después de un día en marcha por fin regresaron a la casa solariega Li Hong er les dijo a los gemelos que se fueran a descansar y que fueran al estudio el siguiente día para decirles su plan para ellos mientras ella asiste a la academia.

Al siguiente día, los gemelos entraron al estudio mientras Li Hong er los miraba con una expresión fría y distante como un loto de nieve, asintiendo con aprobación. Les dijo que la manera y las habilidades que les enseñó son muy desafiantes y de alto nivel, y que entre menos gente sepa mejor, por lo que es mejor no asistir a una academia donde cualquiera puede ver lo extraordinario y querer matar por los tesoros. Por lo que dispuso para ellos que viajen por el continente, que luchen y vivan la vida de los fuertes, solo así se harán más y más fuertes y no se estancarán como todas las personas que no pueden avanzar en su nivel de cultivo por complacientes.

Los gemelos se emocionaron ante la perspectiva de la aventura y el peligro que se avecinaba. Sabían que en este viaje aprenderían lecciones que ninguna academia podría enseñarles. Estaban decididos a enfrentar cualquier desafío que se presentara en su camino y regresar.

Partieron al día siguiente, llenos de entusiasmo y determinación. Viajaron por todo el continente, luchando contra todo tipo de criaturas y cultivadores. Se encontraron con muchos desafíos y obstáculos, pero también con muchos amigos y aliados. Aprendieron mucho en su camino, tanto sobre sí mismos como sobre el mundo que los rodeaba.

Con el tiempo, los gemelos se convirtieron en guerreros y cultivadores extremadamente poderosos. Se ganaron una gran reputación en todo el continente, y muchos los consideraban leyendas vivas.

Los gemelos nunca olvidaron las enseñanzas que Li Hong er les impartió. Cada vez que luchaban, cada vez que se enfrentaban a un obstáculo, recordaban sus palabras sabias y consejos prácticos. Sabían que su éxito y su crecimiento se debían en gran medida a su maestra, quien había dedicado su tiempo y esfuerzo para enseñarles todo lo que sabía.

Eran verdaderamente agradecidos por todo lo que Li Hong er había hecho por ellos. Ella les había enseñado las artes marciales y les había ayudado a avanzar en su cultivación. Les había enseñado a ser valientes y resistentes, y a nunca darse por vencidos ante los desafíos de la vida.

Siempre habían soñado con el día en que pudieran volver a ver a su maestra y mostrarle todo lo que habían logrado. Querían demostrarle que su enseñanza había dado frutos y que estaban dispuestos a luchar por ella como sus espadas.
(Por supuesto esto es una historia para más adelante)

divina emperatriz del caosWhere stories live. Discover now