divina emperatriz del caos

Ciudad imperial

Ciudad imperial.

Las calles estaban llenas de puesto, vendiendo todo tipo de cosas, la gente iba y venía. Entre la multitud una jovencita como de 15 años paseaba por la calle observando los puestos, atrayendo la mirada de muchas personas.

Li Hong er iba vestida con un vestido completamente blanco, su cuerpo era esbelto y sus atractivas curvas junto con su piel que era tan blanca como la nieve hacia que mucha gente pasara un bocado de saliva, todo era como la luna en una noche fría, tan hermosa y encantadora, brillando sobre todo.

Su sedoso y hermoso pelo caía como cascada sobre su espalda hasta su cintura sin ningún tipo de adorno, dos mechones de pelos rozaban sus mejillas hacia sus hombros, su rostro estaba envuelto en un velo blanco dejando un sentimiento de misterio, dejando al descubierto un par de hermosos ojos fénix, negros como la tinta y tan profundo como un pozo.

Sus movimientos eran refinados y su persona exudaba un aire de nobleza, a diferencia de muchas damas que actuaban "suave y tímidas" su persona estaba completamente fría y fria, dejando a las personas inconcientemente no atreverse a acercase.

"Tan hermosa..... ¿Cuando la ciudad imperial tuvo una mujer tan hermosa? ¡Al parecer es mucho más hermosa que la afamada belleza número uno del clan Li!

Ignorando todos los susurros de la gente, Li Hong Er siguió caminando por la calle hasta que llegó a un restaurante donde decidió entrar para beber algo y comer. Aunque un cultivador puede aguantar mucho tiempo sin comer o beber gracias a la cultivación, todavía necesita uno comer y beber, aparte ella estuvo dos meses en reclusión cultivando.

Reservando una avitacion con vista a la calle, Li Hong Er pidió algunos platos y algo para beber mientras observaba la concurrida calle. Mientras lo hacia alguien entro en la vista de Li Hong Er, era un grupo de jóvenes liderados por un joven y una jovencita entre los 16 y 17 años, el joven se veía guapo, iba vestido con un una túnica de brocado azul, se veía heroico y agusto, por otro lado la jovencita que lo acompañaba se veía muy hermosa, piel blanca y justa, un par de ojos melocotón, vestía un vestido rosa que la hacia parecer un hermoso lirio.

¿Mmm...? Tratando de recordar quienes eran, pronto dos nombres aparecieron en la cabeza de Li Hong Er, ¡el principe heredero y actualmente la belleza número uno de la ciudad imperial Li Mu Quing!

Un frío brillo en los ojos de Li Hong Er cuando dejó el dinero de la cuenta y se preparaba para salir del restaurante.