divina emperatriz del caos

Los gemelos esclavos

Previamente Li Hong Er había escuchado sobre el mercado subterráneo y ya que necesitaba hacer las últimas preparaciones antes de dirigirse a la Academia, decidió ir al mercado subterráneo a probar suerte con unos tipos de hierbas que necesitaba y aunque no eran muy preciosas eran muy difíciles de encontrar.

Por lo que después de terminar con la competencia, se dirigió directamente ahí, utilizando una capa negra y una mascara plateada.

Después de llegar al mercado y vagar por un tiempo, Li Hong Er logró encontrar todo lo que necesitaba entre otras cosas, fue entonces cuando terminó cerca de donde vendían esclavos.

¿Hmm?

Li Hong Er fruncio el seño mientras su mirada se volvía más frías después de que sus ojos se dirigieron hacia una jaula de hierro en particular.

"¿Qué pasa niña?" Pregunto Cris con cierto desconcierto, ya que aunque Li Hong Er siempre tiene esa expresión fría, por alguna razón ahora se siente más fría y siguiendo la vista de Li Hong Er ¿Todo parece ser por ese par de esclavos? ¿No será que la niña no pueda soportar ver este tipo de cosas?

Li Hong Er no respondió en breve si no que su mirada seguía en cierta jaula en particular, mientras avanzaba hacia ella.

En la zona se encontraban jaulas de hierro, la multitud se juntaba a su alrededor mientras el encargado vendía a los esclavos al mejor postor, tanto mujeres que se vendían como esclavas sexuales o esclavos fornidos que se vendían para el trabajo.

Muchos esclavos se vendían, pero en esta pequeña jaula en particular que estaba apartada de las demás donde dos jóvenes hombres se encontraban en ella, los jóvenes esclavos parecían jóvenes pero se encontraban en un estado trágico: "su cara estaba hinchada hasta el punto donde sus facciones eran irreconocibles, sus cuerpos eran delgados por la falta de alimentos mientras eran plagados con heridas por todo el cuerpo donde muchas zonas ya había tomado un color negrusco a falta de tratamiento.

"Mirando sus condiciones de los dos jóvenes, parece que ya son considerados un artículo inútil para ellos, por lo que se espera que se vendan a un precio bajo"

Si bien Li Hong Er no podía soportar este tipo de actos como esclavizar a la gente, ¡Simplemente no podía hacer nada por ellos! El mercado subterráneo era una gran organización y ella aún no tenía el poder para rivalizar con ellos.

"Cuando Li Hong Er vislumbro los ojos de los jóvenes, en ellos pudo ver que ya son unos ojos que ya lo abandonan todo"

Li Hong Er misma sabe lo que es perder la fe en algo, "¡Conoce el sentimiento!" Lo vivió y murió por ello, cuando su compañero la traicionó.

Por esa misma razón no pudo evitar acercarce a la jaula.

"Voy a comprar a este par ¿Cuánto?" Pregunto Li Hong Er con una voz extremadamente fría.

El encargado cuando noto que alguien estaba dispuesto a comprar a este par de jóvenes no pudo evitar comentar: "¡Joven maestro este par ya está en tales condiciones y es poco probable que sobrevivan! Puedo mostrarle otros esclavos para que pueda comprar y llevarse a este par como regalo"

Li Hong Er ya se estaba impacientando por la exasperante charla del encargado, ¿No oyó el que quería comprar a este par?

Por lo que Li Hong Er lanzó una pequeña bolsa con monedas de oro al encargado mientras decía con una voz que hizo al encargado sentir un escalofrío subir por su espina dorsal: "¿Te pedí que me mostraras a alguien más? ¡Dije que quiero a este par!así que dame sus contratos de esclavos y las llaves para desbloquear el sello"

El encargado no se atrevió a decir nada más ya que aunque Li Hong Er se viera pequeño y vestía una capa negra y una mascara plateada que ocultaban su sexo, la coacción que desprendía su cuerpo no era algo que un cultivador normal pudiera desprender, por lo que se apresuró a entregarle los contratos y las llaves de los jóvenes esclavos.

Los jóvenes en la jaula cuando escucharon la voz fría que quería comprarlos, no sabían por que no sentían la más mínima animosidad si no que les hizo sentir como si un gran peso les fuera quitado, fue entonces cuando todo el cansancio se reflejó en sus cuerpos y sus párpados comenzaban a pesar de sueño, pero antes de cerrar los ojos lograron escuchar una vaga voz que les decía.

¡No te preocupes por nada, descansa, pronto todo acabará!

Una vaga voz que aunque se escuchaba fría, los hizo sentir por primera vez desde la tragedia un poco más seguros.