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No bastando con ya darle la paliza, Jaekyung se aprovechó de él varias veces y después regresó a su habitación.

Después de aquello, Dan solo se duchó rapido, con bastante dificultad, para poder empezarse a curar las heridas lo más rapido que pudiese, limpiándose la sangre de su rostro y la zona de atrás. Maldecía en silencio, no entendía a Jaekyung en lo más mínimo, era bastante bipolar.

Para empezar a curarse, buscó en el baño las cosas que solía ocupar, pero notó que se había quedado sin alcohol y sin vendas, que era básicamente lo que necesitaba, eso y la pomada para los moretones.

Dan tomó un cubrebocas, y tratando de hacer el menor ruido posible, no más fuerte que la película que estaba esonando en la habitación del peleador, salió del penthouse y se dirigió a la farmacia que quedaba cerca del edificio.

— Maldito, ¿qué demonios le pasa? — murmuraba Dan mientras caminaba a la farmacia.

Con su rostro oculto tras el cubrebocas, Dan compró varias vendas, pomada para los moretones, y una pequeña botella de alcohol. Al salir, pensaba en que hacer, irse al gimnasio para pasar la noche ahí, o regresar al penthouse a seguir soportando los abusos y el vil maltrato de Jaekyung.

Mientras el tiempo iba pasando en lo que Dan tomaba la decisión, el pasado vuelve para atormentarlo. Dan vio una tienda que parecía vender maquilaje, quizá podría comprar algo de este para disimular los moretones de su cara. Y para ello debía caminar toda una cuadra. Pasando por un callejón de manera perpendicular, cuatro sombras se iban acercando al castaño, y la tensión se elevaba descomunalmente en el aire. Al ser iluminados por uno de los faros de la calle, Dan reconoció a los prestamistas a quienes él y su abuela solían deber dinero hasta que Jaekyung les pagó su deuda.

— Ey, chicos, miren a quién tenemos aquí, al parecer el médico con problemas — dijo el más alto — El pobre nietecito de la señora Kim.

— No tengo nada que ver con ustedes. La deuda ya está pagada, déjenme en paz — dijo Dan con algo de miedo, pero disimulandolo para no demostrar que lo tenía.

— ¿Pagada? ¿Tú? Tú no fuiste el de la transferencia.

—Quedó pagada, déjenme ir — dijo Dan.

—Tal vez, pero primero siempre hay formas de recordarte quién manda en situaciones así ¿No crees? — mencionó el más gordo.

Los demás rodearon a Dan.

 — Ya no quiero problemas, por favor, necesito irme.

— ¿Te crees muy listo, eh? ¿O acaso tu noviecito el peleador marica ese?

Dan intenta evadirlos, pero recibiendo un golpe en el abdomen los prestamistas lograron doblarlo, otro iba a lanzar un golpe, pero Dan lo evitó, aunque fue inútil, ya que otro golpe en direción opuesta, dandole en un costado, justo en donde Jaekyung lo había golpeado, lo tumbaron al piso, se vio completamente superado por sus agresores.

Después de unos minutos que parecían eternos, los prestamistas, satisfechos, quitándole el dinero que tenía Dan del cambio de la compra de la farmacia, se alejan ríendose, dejando al castaño muy malherido y aturdido en el suelo. Le dejaron todo lo que compró en la farmacia.

Con paso tembloroso, Dan se levanta preguntándose cuánto más podrá aguantar tanto sufrimiento, parecía ser que su mera existencia era minima excusa para alguna fuerza superior para divertirse y hacerle pasar mil y un cosas.

Pero seguro que no sabía adónde ir ahora... Quizás... Quizás iría al gimnasio y pasaría la noche durmiendo allí.

Sí... Quizá eso haría.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora