Séptimo Capítulo

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—No griten ante su nueva apariencia, ni causen conmoción por lo que escucharan decir a Mía, este pueblo es tan bondadoso como peligroso, Andalasia es literalmente un cuento de hadas, así que hay trolls, duendes, dragones y magia— Susurro Diana mie...

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—No griten ante su nueva apariencia, ni causen conmoción por lo que escucharan decir a Mía, este pueblo es tan bondadoso como peligroso, Andalasia es literalmente un cuento de hadas, así que hay trolls, duendes, dragones y magia— Susurro Diana mientras empujaba a los jóvenes a esconderse en los arbustos.

—No hagan preguntas, según su estricto horario ahora debe estar en el lago, después practicará magia en la casa del árbol, ahí la veremos, es el lugar más seguro de aquí. — Los descendientes villanos asintieron, dejándose guiar por los nobles, que caminaban con agilidad entre el bosque.

Andalasia era mágico, lleno de risas, música, colores, y flores, entendían un poco porque Amalie los quería traer a este mágico lugar; Carlos fue el primero en soltar un "Impresionante", al ver aquella casa que se había adaptado a un árbol, sobre un lago, tenía forma irregular, colores blancos y cafés, esquinas curvas, Evie creía que aquella casa era un sueño.

—Amalie entrena y nada a estas horas, esperaremos dentro— Susurró Diana al intentar abrir la perilla, sin embargo, fue abierta antes por un joven moreno que conocían muy bien.

—James...

—Diana, ¿Sigues perdiendo tus llaves? — La castaña chasqueo la lengua y recibió el abrazo del joven.

—Entren, Mia dice que Jake rondaba esta área, parece que los trolls se pasean por aquí— Intervinó William que salía detrás de la puerta, sonriéndole a los jóvenes, deteniendo su mirada en Evie que se sonrojo inevitablemente, había crecido un poco más el rubio joven, su rostro se marcaba más, y había dejado su ondulado cabello crecer, lucia aún más atractivo.

—Jóvenes, Flo, lady Evie— William se inclinó ante los presentes, y Carlos sonrió al ver la mirada de Evie y William brillar al volver a encontrarse.

Desendientes de villanos y nobles entraron a la casa del árbol, notando que no solo era un espacio de Amalie, tenía detalles de ese grupo por todas partes, instrumentos de James, fotografías que tomaba William, armas de Amalie y Diana, mesas llenas de dibujos, planos, libros de magia, incluso pequeñas camas, donde una serpiente y conejo dormian plácidamente, parecía ser el escondite de los hobbies de los reyes.

— Pónganse cómodos, traeré la cena.— Aportó James sin saber que más decir después de la última vez que se vieron.

— Yo debo resolver un problema de la corte, denme unos minutos y los acompaño — William soltó alejándose a la mesa de planos, dónde el príncipe se sumergió en su lectura.

Las fotografías que adornaban la casa era muy profesionales, reinos, prados, montañas, playas, animales y personas, William tenía talento.

— Mía, debo seguir trabajando en ello, tengo un presentimiento...— Poco tiempo paso para qué aquella voz volviera a resonar en los oidos de aquellos jóvenes.

Jay estaba nervioso, Carlos impaciente y Evie muy impresionada de lo que sucedía a tan rápida velocidad, irían a la isla su casa, después de visitar el espacio más privado de la nobleza, Carlos se iba a acercar pero Diana lo jalo de su playera haciéndolo retroceder, ya que la espada impacto en el muro rápidamente. — ¿Quién está aquí?— Ben sonrió con disculpa hacía Carlos y se acercó lentamente.

𝑬𝒏𝒄𝒉𝒂𝒏𝒕𝒆𝒅. 𝐷𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑑𝑎𝑛𝑡𝑠Where stories live. Discover now