Décimo séptimo capítulo

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El regreso me permitió ver y conocer aún más, la princesa me llevo por un opuesto camino, mostrándome lo que era la Escocia medieval, este escenario formo parte de una leyenda, la leyenda de la reina Mérida, tenía un aura misteriosa y fría, era impresionante e impactante, ahí la princesa me narró la verdadera historia de Mor'Du, su paciencia era inaudita, y la manera en la que te introducía al cuento, levantaba mis sentidos.

Al haber tocado el tema de los "osos" también me narró la leyenda del oso del amor, Kenai, desconocía que Lucas venía de aquella manada, recuerdo escucharla afirmar que cada uno de sus compañeros peludos eran un regalo de los espíritus, que buscaban mostrarle un "algo".

Al llegar a Andalasia, el pueblo se giraba a saludar a su princesa, que amablemente los saludaba, permitiendo que unos de ellos se acercarán a ella.

"Descuida Harry, atenderé cualquier necesidad de ellos." Era benevolente y sincera, recuerdo haberme perdido entre la imagen de el gran bosque, todo era tan diferente...

— Andalasia, llevará a cabo la presentación de mi mano derecha ante la nobleza, pero primero quería presentarselos a ustedes, el es Harry Hook.—  Mi sorpresa fue genuina, haciéndola reír  cuando victoreos y porras se escucharon dirigidas a mí.

¿Este pueblo confía en mí? Fueron de los primeros pensamientos que tuve al verlos reír y celebrar, mujeres y hombres me felicitaban, tesoro me había pedido bajar de ella para que el pueblo me diera su bienvenida, recuerdo el sentimiento cálido de permanecer ahí, de estar con ellos, de reír libre...

Después de unas horas ellos nos habían permitido regresar al reino, dónde los reyes nos esperaban con una sonrisa, Azul, Lucas, Maty y Olí se acercaron a la princesa que con una sonrisa y abrazo aplastante los recibió; acepto tardar más de dos meses en poder adaptarme a la presencia de un enorme oso competitivo, una víbora que anhela siempre la razón, una leona juguetona, un conejo hiperactivo y una tigre idéntica a su madre Amalie, así como establecer una relación con ellos.

— ¿Cómo te encuentras?, ¿No fue abrumador?— La reina Nancy preguntó con notable preocupación y atención, haciéndome tener un dejá vu de mi madre.

El rey Edward también se acercó, extendiendo me sus brazos, esperando un abrazo — Ven aquí muchacho, lamento si fue abrumadora la vista a Agrabah, todo fue de última hora, discúlpanos muchacho— Acepte en abrazo del rey en ese momento buscando encontrar una parte de mi padre, aún que fuera un borracho, el seguía siendo mi padre, y siempre trataría de buscar consuelo en el.

Sin embargo mi mirada seguía en la princesa que encantada abrazaba a su conejo y oso, chillidos, rugidos y risas, su corazón parecía ser tan peludo como el de los animales; tan noble, sincera y benevolente.

— Mi hija me ha vuelto a olvidar— Escuché pronunciar al rey haciendo reír a la reina.

— Olvidas que tu hija también es madre— El rey sonrió limpiando lágrimas que caían, nunca imaginé ver a un rey firme y sensible, el parecía no tener problema con que su reina tomara las riendas.

— Amor...— El  rey beso la mejilla de su esposa que soltó una risa, recuerdo ver a mis padres en ellos.

— Mi dulce hija parece olvidar a su padre preferido, sin embargo te mostraremos nosotros el castillo, tu habitación y las de tus hermanas, que ahora no están aquí, tienen clases especiales con nuestros mejores tutores, Amalie pidió la mejor educación para ellas... — Recuerdo la sorpresa en mi al escucharlo hablar, Amalie se preocupo siempre por mis hermanas.

El tour guiado me llevo a lugares tan peculiares que desconocía que un castillo podría tener, mi habitación estaba justo a lado de la de Amalie, y las de mis hermanas junto a la mía, la reina terminaba de explicarme un par de reglas y presentarme a un par de sirvientes cuando Amalie llegó con su enorme oso a un lado; parecía incluso peculiar como la habitación de la futura reina estaba tan cercana a las áreas verdes, yo siempre creí que debía de ser de las más protegidas y altas, aún que debí suponerlo que siempre fue para que sus hijos salieran sin problemas, ella no se preocupaba de su seguridad y mucho menos cuando tiene a tales animales dispuestos a defenderte, así como ella misma siendo un arma mortal.

— Amalie, ya comimos y presentamos al nuevo integrante a la corte y ...— La mirada de la princesa era fría.

— Más trolls atacaron la ciudad, casi muere un niño, debemos doblar la guardia — El rey Edward asintió escuchando a su hija, mientras Harry veía todo con atención ¿Qué era un Troll? Se cuestionaba el joven.

— Cada vez tenemos menos personas...

— Agregué a los volantes de los recién llegados servir como caballeros, más del 50% aceptó, podría entrenarlos — La boca de los reyes y Harry se abrieron con sorpresa.

— He delimitado el área con... algo bastante eficiente, pero aún así debemos doblar tropas — El rey suspiró y Harry por primera vez tomó la palabra.

— Mis piratas son de los más hábiles, y teniendo el entrenamiento que me mostró la princesa mejorarán notablemente, la lealtad nos caracteriza, podría ayudar a acomodarlos, bueno después de que sepa que es un Troll— Amalie sonrió divertida y el le correspondió la sonrisa.

— También debemos divirlos en constructores, médicos, y artistas ¿Puedes ayudarme a segmentarlos? Mientras muchos de ellos terminan con su educación básica— Harry asintió con una sonrisa y un brillo peculiar en su mirada, Amalie correspondió tal brillo, todo bajo la atenta mirada de los reyes, que sonrieron con complicidad.

La alianza inquebrantable daba inicio.

La alianza inquebrantable daba inicio

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𝑬𝒏𝒄𝒉𝒂𝒏𝒕𝒆𝒅. 𝐷𝑒𝑠𝑐𝑒𝑛𝑑𝑎𝑛𝑡𝑠Where stories live. Discover now