Almas en la oscuridad

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Buenas tardes y bienvenidos un día más a Relatos de las Catacumbas. Soy Perséfone, aquella que una vez convirtió el inframundo entero en una selva de forma accidental. El relato de hoy contiene sombras, ya que es algo que, aunque no está siempre estipulado en ninguna mitología, es común en todo el mundo. Y precisamente por lo común que es, forma parte de algo muy superior a cualquier dios, criatura, o entidad mitológica que conozcáis.

Pero para que podáis entender de dónde vienen esas sombras, debo presentaros primero a las entidades superiores. Están presentes desde el inicio del universo, siempre en la sombra, y muchos dioses canalizamos parte de su poder mezclado con el nuestro propio. Os estoy hablando de las verdades universales de la vida y la muerte.

Os estaréis preguntando qué tiene esto que ver con las sombras. Pues es muy fácil, las sombras están relacionadas con la verdad universal de la muerte, a la cual conocemos como Death. Es la que más se comunica con el resto de nosotros, llegando incluso a forjar amistades. A la de la vida jamás la hemos visto. Lo que sí sabemos es que ambas verdades universales adquieren cualquier apariencia para mimetizarse con su entorno, siendo la humana la elegida por Death en estos tiempos.

Las sombras, esas que veis constantemente, u os parece ver, y que os asustan desde la oscuridad de las calles o de vuestras casas, no son otras que las almas que habitan el reino de Death, a la espera de poder reencarnarse y volver al mundo de los vivos. Mayormente lo habitan animales, quienes no conocen las deidades a las que adoran los humanos, y también aquellos humanos que no creen en ninguna deidad. Porque, por mucho que no crean en lo místico, la muerte es una verdad universal y afecta a todos por igual.

Pero también hay otro tipo de almas acechando en la oscuridad. Aquellas que aún no han sido recogidas por Death, y otras que han preferido quedarse a cuidar de sus seres queridos con su permiso. Pero no sólo hay almas en la oscuridad. También hay demonios a los que Lucifer y Lord, el gran señor de los demonios, no tienen bajo control. Demonios que suelen ir por libre, muchas veces inofensivos, pero mucho cuidado con ellos. No dejan de ser demonios.

Además de todas esas, también hay almas tan ligadas al sitio en el que murieron que Death no ha sido capaz de recogerlas. La carga energética del sitio también interrumpe el trabajo de la verdad universal de la muerte, ya que incluso se le hacen dolorosos ciertos eventos de la humanidad dónde muchas vidas se han perdido de golpe. Siempre queda un pequeño residuo de sus vidas allí dónde han vivido y perecido. Residuos que Death es capaz de ver.

Así que, ya lo sabéis. Si sentís una sombra en la oscuridad, sea dónde sea, es alguien vigilándoos. Un alma a la que Death aún no ha recogido. Posiblemente alguien que haya muerto recientemente, alguien que haya elegido quedarse, o simplemente vuestra mascota. Sólo id con cuidado si la sensación os parece mala, porque la sombra lo será.

Y aquí dejamos el relato de hoy. Espero no haberos asustado demasiado con mis últimas palabras. Nos vemos mañana con otro relato, quizás un poco más especial que los anteriores.

Relatos de las CatacumbasWhere stories live. Discover now