Buenas tardes y bienvenidos un día más a Relatos de las Catacumbas. Soy Perséfone, la que capturó a Teseo y Pirítoo cuando bajaron al inframundo para secuestrarme haciéndoles creer que yo era Hades. En el relato de hoy vamos a hablar de... sirenas. Concretamente de su horrendo canto.
Sí, ya lo sé. Habéis escuchado que el canto de la sirena es algo precioso y que puede hipnotizar a un hombre, provocando que se lance al mar a buscar la belleza a la que pertenece dicha voz. Pues bien, para nosotras no lo es.
Y lo digo muy en serio. Para las mujeres, las sirenas suenan muy desafinadas, con voces horribles y estridentes. Incluso ensordecedoras. Cuando bajaron aquí, al inframundo, le pedí a Hades que las encerrara en el sitio más aislado que tuviera en el Tártaro, que no soportaba su canto. Recuerdo que me miró extrañado, ya que él no escuchaba lo mismo que yo, pero entendió que no debían estar cerca de otros para que no les hipnotizaran.
Me entendió milenios después, cuando éramos parte del círculo de amistades de una señora adinerada llamada Florence Foster Jenkins, la peor cantante de ópera de la historia. Hay una película sobre su vida protagonizada por Meryl Streep, si os da curiosidad. Lo peor de sus fiestas-recital era que no podíamos huir. Y pobre de ti que te taparas los oídos, Hades lo intentó más de una vez.
No os lo esperabais, ¿verdad? Es lo que tiene que ciertas historias sólo las hayan vivido los hombres, y el hechizo de las sirenas perdura incluso grabando su voz. Y hasta aquí llega nuestro relato de hoy. Nos vemos mañana con un relato angelical.
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Relatos de las Catacumbas
EspiritualPerséfone nos narra diferentes historias, reales o no, relacionadas con otras criaturas sobrenaturales como ella misma durante el mes de Octubre. Una por cada día del mes. Twitchtober mitológico organizado por Aquila_Inferna en Twitch, quién permite...