Capítulo 33: La importancia de los nombres

17.4K 2.5K 618
                                    


Regla n°11: ser una reina implicaba un caos por agenda. En serio. De pronto la universidad parecía unas buenas vacaciones en el paraíso en comparación con esto. Sabía que Holland ya estaba ocupada con el papeleo para volver a clases enseguida, aprovechando el hecho de estar en pleno comienzo de un nuevo semestre como para poder reincorporarse, y más de una vez me había mencionado el asunto con la esperanza que la siguiera pero lo cierto era que tenía responsabilidades ahora que no podía abandonar. Yo misma había reclamado el peso de esta corona, y no era algo que pudiera devolver. Tampoco deseaba hacerlo. Así que no le había dado todavía mi respuesta definitiva sobre el tema, tanto como me gustaría volver a nuestra vida de antes sabía que sería difícil.

—Lo harás bien.

Salté fuera de mi trono enseguida al oír y reconocer esa voz. Creí que sería capaz lanzarme encima y abrazarlo de la emoción, pero me detuve tan pronto como vi la venda que Kian tenía sobre sus ojos. Blanca, como el resto de su perfecto uniforme o su habitual aspecto. No... Él levantó una mano y tocó con cuidado mi rostro, limpiando lágrimas que ni siquiera yo había sentido en mis ojos. ¿Por qué el destino tenía que ser tan cruel? La última vez que lo había mirado a los ojos, había sido para amenazarlo, y ahora nunca más podría hacerlo. ¿Qué más había esperado? Polvo de plata, era evidente que una herida así dejaría serias secuelas pero jamás imaginé que a este punto.

—Reinarás bien, Nina. No tienes que preocuparte por eso —continuó él, sonriendo—. Eres justa y atenta, y eres muy joven pero es ese mismo descaro lo que Rike necesita ahora más que nunca. Tu espada defenderá al pueblo con valor, y tu palabra jamás será ignorada.

—¿Es permanente? —pregunté en un susurro.

—Me llevará tiempo acostumbrarme del todo a la oscuridad.

—Lo siento, por no confiar en ti y dejar que Vali me engañara. Solo estabas tratando de salvarme.

—Es mi deber. Escuché que le ordenaste a Vali abandonar el territorio cuanto antes. Tengo que irme.

—No tienes que hacerlo.

—Sí, tengo un juramento que respetar.

—No le debes más lealtad a él, de lo que me debes a mí. Eres mi drapsmann también.

—No creo que sea correcto que un drapsmann ciego, cuide de la reina de Rike.

—Eres mi consejero. No me abandones, no tú también.

—Vali ya me ordenó de partir con él y me dejó bastante en claro que en este estado ya no le sirvo por lo que es mejor que le dé un reemplazante cuanto antes.

—No eres un objeto. No estás dañado. Y Vali puede irse al Helheim si cree que puede tratarte de ese modo. Yo misma lo retaré a un duelo por ti si es necesario —dije sin ocultar mi molestia y Kian rio.

—Temo que no te encuentras en una posición como para ganarle actualmente —dijo él deslizando su mano por un lado de mi cuerpo hasta alcanzar mi mano vendada.

—No me desafíes.

—Nina, no quiero que te metas en más problemas. Ya has tenido suficiente por ahora. Déjame ir, sabes que siempre te perteneceré y si alguna vez me necesitas puedes buscarme.

—¿Y si no quiero que te vayas?

—No tengo una respuesta para todo esta vez —dijo él y frunció los labios en concentración—. Puedo conseguir un... ¿Cómo le dicen ustedes? Un celular, así podrás llamarme cuando quieras.

—No es lo mismo.

—Pasaré mis vacaciones contigo.

—¿Entonces Vali te tiene todo el año y yo unos pocos días?

R es de Reina-Como-Debes (#3)Where stories live. Discover now