Ilusión

Capítulo 12 "La desesperación de una persona olvidada"

El espectro, con paso apresurado y un gruñido salvaje, se lanzó hacia Julie sin miramientos. La agilidad que la joven había adquirido en ese mundo le permitió esquivarlo por los pelos, lo primero de lo que debía encargarse era que Rize lograra escapar, si el zorro salía ileso, Julie tendría más oportunidad de sobrevivir. Así que la portadora decidió atraer la atención de la bestia para darle el chance a su guardián, por suerte, Rize comprendió su plan e intentó escabullirse.

Más el espectro parecía más astuto que el anterior al que Julie se había enfrentado, este no se conformó con atacar sin más, siempre movía su cuerpo en dirección al guardián y hasta el momento Rize solo podía saltar de un lado para el otro, corriendo por su vida, mientras que Julie intentaba atraer su atención.

Parecía que estuvieran jugando a atraparse mutuamente.

Julie sostuvo su espada y con una respiración profunda, se lanzó hacia la espalda del espectro, temía que ocurriese lo mismo de la anterior vez... No obstante, en esta ocasión Julie estaba más centrada, la espada no temblaba en su manos y se movía con mayor fluidez, se podría decir que el entrenamiento con Rose le había servido de mucho. Y no logró creer del todo cuando la espada se fundió con la brumosa existencia del espectro, logrando que este soltara un quejido agudo mientras se giraba para enfrentarla.

Ella se apartó de un salto e hizo una mueca cuando vio restos viscosos y malolientes en su arma, aquel instante había sido más que suficiente, ella vio como Rize corría velozmente y se escapaba por una ventana. Ahora, por otro lado, su posición para huir estaba peligro, dudaba seriamente que el espectro bajará la guardia de nuevo y está vez, debía aceptar que había cometido una estupidez grandísima, se lo habían advertido en varias ocasiones y aún así ella había entrado a la boca del lobo... No debía enfrentar espectros por sí sola y ahí estaba, ante uno enorme que revelaba sus afilados dientes con orgullo mientras soltaba sonidos ininteligibles.

Julie murmuró una maldición e intentó correr hacia la misma ventana por la que su guardián había salido, más el espectro le bloqueó el camino y se lanzó de nuevo en su dirección, abriendo la boca desmesuradamente como si quisiera tragarsela de un bocado. Ella se quitó de su trayectoria, haciendo que la criatura perdiera el equilibrio y gracias al impulso, se deslizó hasta el otro lado de la estancia llevándose un montón de cosas por delante con su gran cuerpo, creando un enorme estruendo.

Julie aprovechó para correr escaleras abajo y salir por la puerta principal, una vez afuera se sintió victoriosa... Pero el sentimiento no duró mucho. El espectro salió de la casa y parecía estarla buscando, emitiendo una sonrisa aterradora cuando identificó su posición... Aunque ella corría con todas sus fuerzas, la criatura era mucho más rápida y no tardaría mucho en alcanzarla.

Julie tendría que evitarlo tanto como pudiese mientras ideaba un plan, porque correr por la calle huyendo no le serviría de mucho y enfrentarlo frente a frente sería cometer una estupidez más dada su evidente desventaja. Ella giró en un callejón y salió a otra calle, corriendo en la dirección opuesta.

El espectro chocó con la pared del callejón en su intento de seguirla y gruñó de nuevo, esta vez Julie pudo escuchar con total claridad lo que dijo: — Ven, ven, ven...

Julie desconocía que los espectros pudieran hablar, es más le parecía irracionales, pero no tenía tiempo para darle muchas vueltas al asunto puesto que se estaba acercando más y más. Murmurando esas palabras una y otra vez, haciendo sentir a Julie como una especie de presa que huía del desalmado depredador.

Ella tenía ganas de llorar por no pensar las cosas bien antes de actuar, no quería perder la vida en manos de un espectro. Alzó la mirada y comenzó a buscar a Rize, pero no lo veía por ningún lado, quizá el guardián había ido en buscar de otro portador, alguien que le ayudase a salir de esa situación... Pero, ella dudaba que fuesen capaces de llegar a tiempo.