Ilusión

Capítulo 23 "Es necesario perdonar y olvidar"

— Siempre sueño cosas extrañas —murmuró Jacob mientras observaba el ópalo antes de dárselo a Julie.

— No funcionará a menos de que los trozos estén juntos de nuevo —advirtió Rize.

La joven tomó la bolsita entre sus manos y no perdió más tiempo, la abrió y sostuvo su contenido con cuidado, la piedra estaba dividida en cuatro pedazos que parecían encajar los unos con los otros. Julie sostuvo uno junto al otro y justamente iba a preguntarle a Rize qué harían para unirlos de nuevo cuando un pequeño resplandor apareció en la brecha y cuando desapareció, los dos pedazos estaban unidos... Ella hizo lo mismo con los dos trozos restantes, al terminar, el ópalo parecía haber regresado a su estado original.

Ella miró a Rize sin comprender lo que acababa de suceder.

— Las piedras, al ser sostenidas por un portador en el mundo onírico, pueden ser reparadas —explicó Rize mirando la pequeña piedra— Creo que no afectó el hecho de que estemos atrapados entre ambos mundos.

— Ojalá esto funcione —rogó ella al depositar el ópalo en la mano abierta de Mónica, la joven inmediatamente cerró sus dedos alrededor de la piedra y la apretó. Julie miró el rostro dormido de la chica y casi soltó un grito de alegría al ver que estaba frunciendo el ceño ligeramente.

Por otro lado, Jacob estaba mirando a su hermana con la boca abierta y lágrimas deslizándose por su rostro. Al parecer el joven también se había percatado de los pequeños movimientos del cuerpo de Moira, indicios de que su alma se había conectado de nuevo, ahora a Julie solo le quedaba volver junto a Zed y Jeremy para ver si el hecho de que el alma de que Moira volviera a estar conectada con su cuerpo había afectado la posesión de Sabrina.

— Lastima que es un sueño —murmuró para sí mismo y a Julie le sentó mal no poder sacarlo de su error, era mejor que pensara que se encontraba soñando. Justo cuando Julie iba a salir de la habitación escuchó que él le decía:— Gracias.

Ella apretó los ojos para evitar derramar lágrimas y miró a Rize, el zorro estaba mirando de un lado a otro con preocupación y cuando Julie hizo lo mismo notó por qué. Ella imaginaba que el hospital era un lugar donde generalmente abundaban pesadillas atormentando personas en situaciones difíciles pero dado que Sabrina había generado el portal desde el otro lado de la ciudad, habían tardado en llegar... Sin embargo, ahí ya habían unas cuantas pequeñas y los doctores las estaban mirando espantados.

Julie se aferró a su espada y se lanzó sin temor sobre ellas, cortándolas por la mitada y decapitándolas sin problema, logró deshacerse de varias ante las miradas conmocionadas de los médicos. Sus cuerpos caían y se deshacían al cabo de un instante, el hedor no era tan fuerte como al que estaba acostumbrada, fue apenas perceptible, lo cual era bueno considerando dónde se hallaban y que estaban rodeados por personas de verdad.

A Julie le gustaba mucho más cuando el hospital estaba vacío en el mundo onírico, ella sabía que habían personas despiertas moviéndose de un lado a otro pero ahí no estaban presentes, después de todo no existía un momento en que todo el mundo estuviera durmiendo en el mundo terrenal pero en el mundo onírico solo se ven lo cuerpos y el aura de las personas que estén dormidas.

Pero bueno, si quería regresar todo a la normalidad, tendría que apresurarse.

— Debemos volver —la apuró Rize y Julie consideró la idea de lanzarse desde ese piso a través de una ventana, no sabía si al estar en ambos mundos sobreviviría a la caída pero dado que todavía se sentía fuerte y más ligera, no estaría de más intentar.

Ella tomó una respiración profunda mientras pasaba a un par de enfermeras y abrió una ventana, sin molestarse en mirar el suelo, se lanzó. La caída fue mucho peor, ella sintió sus piernas entumecidas al llegar a la calle pero por lo menos estaba intacta, Rize la miró como si hubiese perdido la cabeza.