- ¿Por qué me ayudas ahora, Harrison?- Preguntó ella, mirandome con esos curiosos ojos cafés.
Ni siquiera podía decir la verdad, y si lo hiciera, ella no me creería.
- Sólo... sé que quiero reparar todo el daño que hice- Mentí. Ni siquiera era mi...
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- Estas papás son las mejores- Dijo Finn mientras comía de las papas a la francesa que había preparado Rosie para nosotros.
Ambos nos juntamos en la casa de Harrison a planear la reconstrucción de la imagen de Emma, quería volver con mamá lo antes posible, ser yo nuevamente, y si quería eso, tenía que trabajar duro en el caso Emma.
- ¿Podrías dejar de comer? Tenemos que pensar en algo- Gruñí y le quité a Finn una papa que tenía en la mano, la volví a dejar en el plato.
- Bien, bien, de acuerdo- Finn rodó los ojos- Para empezar, creo que deberíamos arreglar físicamente a Emma, su cabello está horrible gracias a Hannah y sus tijeras.
Hice una mueca. Finn tenía razón, pero no estaba seguro de si eso sería suficiente.
- Podrías comprarle ropa, ropa linda, de la que les gusta a las chicas- Finn volvió a comer de las papas y comenzó a hablar con la boca llena. Hice una mueca- Ya sabes, tú estás forrado en dinero, ella es pobre y no tiene para comprar la ropa que todos usan en Dwight, Hannah toma partido de la situación, tienes que lograr que Emma luzca bella, y lo demás se irá solucionando.
- ¿Cómo diablos podría siquiera acercarme a ella? No puedo ir y decirle; Hey Emma, ¿Sabes? Creo que el motivo por el cual todos se burlan de ti es porque luces horrible con esa ropa y ese cabello en una escuela de niños ricos, aparte de eso, quiero ser tu benefactor y tu amigo- Me burlé de la idea mientras miraba a Finn con incredulidad.
Finn lo pensó durante unos minutos, hasta que sonrió malévolamente.
- ¿Qué tienes en mente?- Pregunté con terror.
- Ya lo verás- Sonrió él.
Esto no sería buena idea.
...
Estaba en un salón de belleza, esperando la supuesta aparición que haría Emma, según Finn, él lo arreglaría todo. Esperé durante 1 hora, hasta que Emma apareció, su rostro se veía demacrado y me miró con los ojos entrecerrados, yo le sonreí alegremente y me acerqué a ella.
- ¿Cómo estás?- Le sonreí.
Iba a saludarla con un beso en la mejilla, pero se alejó y me miró con frialdad.
- Lo que quieras hacer conmigo, hazlo rápido- Dijo Emma- Puedo entender que Hannah y sus amigas me amenazen, pero... ¿Mandar a Finn a que me amenaze? Es caer bajo.
Maldito Finn.
- Emma... lo siento- Negué con la cabeza y suspiré.
- Si tuviera una moneda por cada vez que has dicho aquello- Susurró Emma- Simplemente olvídalo y haz lo que quieras, ¿Bien?
Asentí con la cabeza y suspiré.
Le indiqué al peluquero que debía arreglar el cabello de Emma, ella se sorprendió al saber lo que quería hacer con ella, que no era nada sucio, todo lo contrario, pero quizá qué ideas pasaron por su cabeza. El peluquero tardó muchísimo tiempo, puso extensiones en el cabello de Emma, ella quedó... muy linda.
