¿Dónde está Tommy?

Capítulo 10

Al fin había llegado el tan esperado sábado. Harrison me había estado llamando como loco, según él, aun teníamos muchos cabos sueltos por resolver, pero lo que era yo... tenía planes completamente diferentes a los suyos.

- Listo- Dijo Emma subiéndose en el asiento trasero de la motocicleta sosteniendo firmemente su mochila- Sólo vámonos antes de que me arrepienta.

Solté una risita y encendí la motocicleta.

- O antes de que tu madre nos vea- Me puse el casco, Emma se puso el que le pase, abrazó con firmeza mi cintura y emprendí rumbo a la sorpresa que tenía para Emma.

Como ella dijo hace unos días, claramente yo tenía su número de teléfono, y por supuesto que la llamé.

Días antes...

Daba vueltas y vueltas en la habitación mientras tenía el teléfono en mis manos, el número de Emma estaba ahí, mirándome, y yo sin saber con exactitud qué hacer.

- Vamos, Tommy... éste no eres tú- Me susurré a mí mismo.

Y literalmente, no era yo, pero... no entremos en detalles.

Sin pensarlo más, marqué el número de Emma y llevé el teléfono a mi oído.

- ¿Hola?- Respondió ella casi al instante.

Respiré hondo y respondí.

- Soy yo, Harri- Susurré.

Ella quedó en silencio durante unos minutos.

- Hey- Saludó al fin.

- Hey- Saludé de la misma forma y luego la oír reír.

- ¿A qué debo el honor de tu llamada?- Preguntó ella.

- Pues... quisiera que salieras conmigo- Dije con firmeza.

La oí reír. Pero que bonito, ¿No?

- Y ¿Así nada más?- Ella volvió a reír- ¿Sólo eso?

- Yo... no sé realmente como formular la pregunta, no me hagas esto- Supliqué.

Ella se quedó en silencio durante unos minutos, estaba seguro de que tendría el rechazo más grande de toda la historia.

- Creo que no tengo elección, Harri.

Una enorme sonrisa se formó en mi rostro en cuanto ella dijo eso.

...

Luego de que ese día Emma me confirmara la salida, planee todo el viaje con ella. No teníamos mucho tiempo, a penas un día, pero sabía de la existencia de una casa de playa que tenía Harrison en la playa, a una hora de la ciudad, y ahí exactamente me dirigía junto a Emma, donde nadie nos viera, y en donde Emma no pudiera pensar en nada más que no fueran sus sentimientos por mí.

El viaje en la motocicleta resultó ser más largo de lo esperado, nos detuvimos en una gasolinera, Emma aprovechó de ir al baño y yo me quedé echándole gasolina a la motocicleta.

Mi teléfono sonó, miré la pantalla; El idiota.

Claro, Harrison tenía que ser.

- ¿Sí?- Contesté luego de pensarlo unos dos minutos.

- ¿Dónde demonios estás?- Exclamó molesto- Llamé a casa y la perra de Rose me dijo que habías salido temprano...

- No la llames así- Lo interrumpí frunciendo el ceño.

- ¡Eso no es lo importante ahora!- Gritó enfurecido. Alejé un poco el teléfono de mi oído.

- No me grites- Gruñí molesto.