- ¿Cómo fuiste capaz de hacerme esto? Aún no logro entenderlo bien- Exclamó Hannah mientras se paseaba por la habitación.
Condujo 2 horas sólo para traerme hasta mi casa y venir a reclamarme en mi habitación. No ha dejado de chillar desde que llegamos a Nueva York.
- ¿Puedes hablar, por favor?- Chilló Hannah quedando frente a mí y cruzándose de brazos.
Yo estaba sentado en la cama. Solté un suspiro, me puse de pie y puse mis manos sobre los hombros de Hannah.
- Lamento todo esto- Admití mirándola a los ojos- Yo... sólo tuve un momento de confusión.
- Todo fue culpa de esa zorra, ¿Verdad?- Gruñó Hannah con desprecio hacia Emma.
¿Qué podía decirle? Por supuesto que no era culpa de Emma, de hecho fui yo quien le insistió miles de veces a Emma para que estuviera conmigo. No podía decirle eso, acabaría completamente con la relación que Harrison tenía con Hannah.
- Sí, lo fue- Susurré casi a punto de vomitar por lo que dije.
- ¡Lo sabía!- Chilló Hannah, cerré los ojos ante el molesto ruido de su voz- La mataré, la destruiré y luego...
- Hey- Susurré llamando su atención, ella al fin se tranquilizó- Olvidemonos de ella.
- ¿Cómo puedes pedirme eso? Hace tan sólo unas horas fui a buscarte a la cabaña en la playa de tus padres, estabas con ella, ¿Y quieres que lo olvide?- Susurró Hannah con la voz quebrantada.
- Enserio lo lamento- Susurré bajando la mirada. No podía decir tal mentira mirando a Hannah a los ojos.
- No quiero que vuelvas a hablarle, y lo digo enserio esta vez- Murmuró Hannah- Harrison, juro que si vuelves a hablar con ella o incluso a mirarla... no volveré contigo, lo he dicho antes, lo sé, pero ahora es enserio. No puedo continuar persiguiéndote mientras tú corres detrás de Emma.
Hannah tenía muchísima razón. Y si el Harrison real le hiciera eso, yo diría que es un hijo de perra.
- No lo haré más, lo prometo.
Y esta vez... era enserio. No volvería a acercarme a Emma hasta recuperar mi cuerpo, e incluso después de eso... tendría que esperar un tiempo.
- Respóndeme algo más- Susurró Hannah.
La miré a los ojos, vi como ella estaba a punto de llorar.
- ¿Te acostaste con ella?- De sus ojos salieron lágrimas indiscretas.
- No, no lo hice- Contesté de inmediato.
Ya no podía quedarme ahí y ver como lloraba, me partía el corazón.
- Ven aquí- Susurré mientras abría mis brazos y atrapada su cuerpo.
Ella sollozó en mi pecho mientras yo acariciaba su cabello. Realmente no soportaba ver sufrir a una mujer.
- Lo vamos a solucionar, prometo que lo solucionaré- Susurré abrazándola más fuerte- Lo prometo...
...
Llevé a Hannah a casa, tenía unos pequeños asuntos que solucionar con esa sabandija de Harrison Tate, y además, quería ver a mamá...
- ¿Realmente quieres entrar?- Hannah se veía sorprendida, sostenía mi mano mientras caminábamos a la puerta principal- Nunca quieres entrar.
- Me gustaría saludar- Me encogí de hombros y le sonreí, ella me sonrió de vuelta.
Una sonrisa de Harrison y Hannah hacía cualquier cosa, me impresionaba antes, pero cuando comencé a enamorarme de Emma... la entendí. También haría lo que fuera por una sonrisa de Emma.
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¿Dónde está Tommy?
Fantasía- ¿Por qué me ayudas ahora, Harrison?- Preguntó ella, mirandome con esos curiosos ojos cafés. Ni siquiera podía decir la verdad, y si lo hiciera, ella no me creería. - Sólo... sé que quiero reparar todo el daño que hice- Mentí. Ni siquiera era mi...